La UNLP sale al rescate de la selva misionera

La Universidad Nacional de La Plata trabaja en la provincia de Misiones para revertir la degradación descontrolada de la selva y disminuir el impacto medioambiental negativo que ocasiona el reemplazo de bosques nativos a causa de la incorporación de nuevas plantaciones, o por la implementación de actividades agrícolas. El proyecto busca restaurar el bosque originario sin perjudicar al sector productivo de la madera.

La iniciativa desarrollada por investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales se propone lograr plantaciones con estructuras más complejas, que puedan ser utilizadas en las áreas ya desmontadas y que resulten de utilidad para mejorar la conectividad con el bosque nativo. Las estructuras más complejas implican cambiar las plantaciones de una sola especie y edad por plantaciones con más de una especie y edad, de manera de lograr mayor disponibilidad de refugios para animales y plantas, mayor biodiversidad, y mejorar la posibilidad de movimiento de la fauna y la estética del paisaje.

La provincia mesopotámica contaba con la mayor parte de su superficie cubierta por una formación boscosa que se extendía desde Brasil. Debido al cambio del uso de la tierra para implantar cultivos agrícolas, forestales y también por la creciente urbanización, en la actualidad la superficie con bosque nativo se encuentra fragmentada.

Corina Graciano, directora del proyecto, explicó que el equipo plantó árboles nativos de alto valor maderero para no perjudicar la economía local. Y agregó: “luego realizamos el seguimiento en el crecimiento, identificamos la causa de mortalidad y analizamos los sitios ideales para forestar”.

En este sentido detalló que “estamos evaluando cinco especies nativas interplantadas entre las araucarias, que también es una especie nativa de Misiones, de manera de establecer rodales mixtos. Es decir, plantaciones en las que se mezcla araucaria -pino Paraná- con otras especies nativas de valor maderero, como guatambú, cancharana y peteribí. Estas plantaciones producirían madera de dos o más especies, además de otorgar ventajas ecológicas.

Por otro lado, se están realizando plantaciones de especies nativas de valor maderero en sectores de bosque nativo degradado, es decir, en sectores donde los árboles que quedaron en pie no son maderables.

En este sentido Graciano explicó que “la idea es enriquecer el bosque con especies de valor maderero, y de esta manera ofrecer una actividad rentable al pequeño productor, para que pueda conservar el bosque como tal”.

Según el Plan de ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, en la actualidad, Misiones cuenta con 1.638.147 hectáreas de bosque nativo distribuidas en 3 categorías de conservación: rojo, amarillo y verde, Las tierras clasificadas como categoría roja, deben mantenerse para conservación y no se pueden extraer productos del bosque. La superficie asignada a la clasificación amarilla puede utilizarse para obtener productos del bosque, pero es importante que éste siga existiendo como tal.

Las tierras clasificadas con color verde, pueden ser desmontadas para otros usos.  Para que un bosque clasificado como verde o amarillo sea sustentable en lo económico, es recomendable que se puedan extraer productos de valor económico.

El proyecto se implementa en el Campo Anexo Manuel Belgrano ubicado en la localidad misionera de San Antonio, perteneciente al INTA Estación Experimental Agropecuaria Montecarlo, y lo llevan a cabo investigadores del Instituto de Fisiología Vegetal (INFIVE) dependiente de la UNLP- CONICET, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones y del INTA de Montecarlo.