40 mil personas participaron de cursos y capacitaciones dictados por la UNLP

El nuevo contexto impone la necesidad de promover cada vez mayor acceso a la Universidad de los sectores con menos oportunidades. Consciente de esta realidad, la Universidad Nacional de La Plata consolida su proyecto de educación formal alternativa y, a través de cursos, capacitaciones y su emblemática Escuela Universitaria de Oficios, profundiza su política extensionista para establecer ese vínculo permanente entre los intereses y las necesidades de la sociedad.

De acuerdo a un relevamiento realizado por la secretaría de Extensión Universitaria, en el último año casi 40.000 mil alumnos de todas las edades y de diferentes niveles de escolarización participaron de alguno de los 563 cursos de capacitación que se desarrollaron en diferentes facultades, colegios, dependencias de la UNLP, así como también en clubes o instituciones barriales de la región, donde también tiene presencia la casa de estudios.

De esta forma, la Universidad platense se posiciona como una de las máximas referencias en materia de Extensión Universitaria del país. “El avance progresivo de esta iniciativa resultó sumamente valioso, pasamos de tener 23.000 alumnos en 2017, a la cifra que alcanzamos en la actualidad”, remarcó el presidente de la UNLP, Fernando Tauber.

La UNLP concibe a la educación formal alternativa como una herramienta para preparar a jóvenes y adultos para el mundo del trabajo, y para hacer un aporte a las necesidades socio productivas de la región. Por ello es asumida actualmente como uno de los ejes prioritarios de la gestión, junto con la enseñanza que imparte en los niveles de pregrado, grado y posgrado.

Además, adelantó: “el gran desafío es multiplicar el número de alumnos de oficios en los próximos años. Queremos enfocar la tarea de extensión universitaria en enseñar, en transmitir conocimiento. Pero no sólo el conocimiento académico que se imparte en las facultades, sino también el saber práctico, ese que hay que brindar a aquellos no tienen en sus mentes la palabra universidad”.

“Este es el modelo de Universidad que queremos y defendemos; el de una Universidad presente, inclusiva y solidaria, que se transforme en una verdadera oportunidad para aquellos que no buscan un título universitario, pero sí una herramienta para progresar y mejorar su calidad de vida”, remató el presidente.

De estos espacios de formación surge la implementación de cursos y capacitaciones en las 17 facultades tendientes a dar respuesta a una determinada problemática; la oferta de educación formal alternativa de la UNLP es tan amplia que abarca temas disimiles como la elaboración de embutidos, enseñanza de lengua de señas, talleres para ejercitar la memoria, programación de videojuegos, cursos de electricista instalador, o jornadas de capacitación sobre disciplinas deportivas. También ofrece la posibilidad de aprender cerámica con técnicas aborígenes o incursionar en la vida astronómica, entre otras.

La Escuela de Oficios de la UNLP dicta, entre otros, cursos de soldador por arco revestido, cuidador de adultos mayores, atención y cuidado de personas, auxiliar en mantenimiento de edificios, cerrajería, mantenimiento de parques y jardines, peluquería, albañil, gasista de tercera, operario de construcción en seco, auxiliar en instalaciones sanitarias domiciliarias, auxiliar en instalaciones domiciliarias de gas, electricista montador e instalador, auxiliar electricista industrial, auxiliar de máquina recta y overlock, operador en armado y reparación de harward, operador de PC, operario carpintero, mecánica del automotor, repostería artesanal, pastelería artesanal, cocinero para restaurante, maestro pizzero y rotisero, serigrafía, herrador de caballos, peón y peón vareador. 

A través de esta iniciativa la UNLP propone aportar un espacio educativo alternativo para la inclusión laboral, mediante la capacitación en oficios artesanales e industriales destinados a personas de todas las edades y atendiendo a las situaciones particulares de escolarización y trabajo previos.

Estas acciones son coordinadas con los distintos actores e instituciones de la comunidad en el marco de diagnósticos sobre los sectores de actividad más dinámicos de la región.

La educación formal alternativa se impone como un sistema que se constituye a partir de servicios y acciones educativas reguladas, articulando niveles y modalidades incorporando propuestas orientadas hacia aquellos sujetos que por diversos motivos no acceden a la Universidad.

La UNLP crece

Los casi 40 mil participantes en los diferentes cursos y capacitaciones que lleva adelante la UNLP representan un récord para el modelo de educación formal alternativa. Pero las cifras respecto al crecimiento de la casa de estudios platense son aún más impactantes si a ello se suman los 110 mil estudiantes de grado, los 5 mil de pregrado y los 25 alumnos de posgrado. En total, unos 180 mil hombre y mujeres se forman actualmente en diferentes niveles en las aulas de la Universidad de la Plata.