Pensar el Arte y la Cultura

El arte y la cultura alcanzaron una dimensión propia que trasciende a la extensión universitaria y merece ser tratada como un capítulo con características y dimensiones propias, involucradas en la producción activa de procesos sociales asociados a la formación de estudiantes y docentes, y fundamentalmente de vinculación comunitaria.

El presupuesto para el Arte y la Cultura en la Presidencia de la UNLP es, para el año 2018, de $ 3.750.000 además de $ 1.530.806 para los elencos artísticos, la Red de Museos y el Taller de Teatro, esto evidencia la clara decisión institucional de jerarquizarlos como un capítulo singular del desarrollo universitario.

Sin dudas que el objetivo general de esta universidad en el arte y la cultura universitaria es alcanzar un nivel de definición académico superlativo, promoviendo la utilidad social y formativa del conocimiento, y generando un acceso más equitativo y democrático a los bienes culturales simbólicos extendiendo sus alcances a toda la comunidad, induciendo procesos de investigación, producción, difusión, promoción y apoyo de nuevos conocimientos vinculando a la universidad con los procesos productivos específicos buscando una mayor incidencia en el desarrollo social.

En esta línea, son objetivos específicos de las políticas artísticas y multiculturales acrecentar sus actividades, atendiendo a los más diversos sectores comunitarios; establecer acciones que aseguren a la comunidad el derecho al acceso a los bienes culturales y simbólicos; colaborar en la construcción de la visión colectiva de la cultura desde un contexto nacional y latinoamericano; establecer programas y proyectos dirigidos a la comunidad que recuperen e insistan en la relación social y simbiótica de las prácticas artísticas y culturales; adoptar un trabajo estratégico que desde la universidad integre a la producción artística y cultural en el desarrollo de la comunidad; promover la constante vinculación con las diferentes unidades académicas de la UNLP y organismos nacionales y latinoamericanos; aportar a la formación de profesionales críticos comprometidos socialmente a través de una visión integral de las prácticas artísticas y culturales; incentivar investigaciones y producciones que profundicen la complejidad de las prácticas artísticas y culturales; generar y consolidar nuevos espacios de proyección del pensamiento artístico cultural en pos de proyectar la producción local a nivel nacional y regional; atender a la producción, circulación y distribución de los bienes simbólicos que se desprendan del arte y la cultura universitaria, con la intención de participar activamente en el mundo del trabajo y la cultura proponiendo diversidad de contenidos y sentidos y propiciar una relación integral y solidaria entre los nuevos formatos simbólicos de producción, las prácticas artísticas tradicionales y las producciones populares, entendidas todas como fuente de conocimiento e intercambio social.

Para contribuir a este progreso, es necesario continuar aportando a la construcción y definición del universo simbólico de la cultura; fortalecer la participación activa de los diferentes actores tanto de la comunidad académica como de la sociedad en general en la concreción de actividades de carácter público; profundizar acciones que vinculen diferentes organismos universitarios en la reflexión sobre los debates artísticos culturales actuales; realizar trabajos conjuntos, consolidando redes existentes y propiciando el armado de nuevos vínculos que ayuden al crecimiento del área y a su proyección regional; implementar estrategias que contribuyan a una mayor inversión para la producción artística y la cultura, colaborando con el fortalecimiento del sector y asegurando la equidad de representación de los diversos grupos culturales; ampliar espacios de producción, distribución y difusión de las prácticas artísticas culturales a través del trabajo en equipo y la coordinación del mejor uso de los recursos materiales y humanos; dar respuesta a diversas demandas sociales vinculadas a los grupos más desfavorecidos, contribuyendo con acciones que excedan lo estrictamente institucional e incidan en el desarrollo social; generar contenidos con sentidos diversos logrando la incidencia en el medio productivo fomentando el trabajo conjunto tanto con el sector público como el privado y difundir las producciones materiales y teóricas que como resultado de trabajos de investigación de las diferentes unidades académicas de la UNLP establecerán puntos de encuentro hacia el interior de la universidad y será extensivo a instituciones nacionales y latinoamericanas.

La UNLP se propone pensar el arte y la cultura de manera simultánea desde diversas aristas: la producción social del sentido del vivir en comunidad, el desarrollo de bienes, las industrias culturales como instancias de producción del trabajo y el arte como herramienta de expresión y enunciación del mundo con gran capacidad para interpelar a múltiples actores. Es necesario desarrollar líneas de acción que permitan potenciar dos aristas complementarias: la producción de bienes con gran impacto en el desarrollo productivo de la región y el arte como herramienta de comunicación y de organización de proyectos de vida.

Como instrumento fundamental para la promoción de las artes visuales, audiovisuales, escénicas, de diseño y de música, se creó el nuevo Centro de Arte y Cultura de la UNLP -situado en el edificio Sergio Karakachoff de 48 entre 6 y 7- de unos 1.200 m2, puesto en funcionamiento en 2017 y que es un espacio para toda la comunidad en pleno centro de la ciudad.

Ayudan en la multiplicación de las prácticas culturales las más de 120 Cátedras Libres conformadas por distintas comunidades y agentes de la escena cultural que favorecen la concepción participativa de la cultura, interviniendo en la incorporación de saberes extra-curriculares. También lo hacen en esa línea el núcleo de preservación y difusión del Patrimonio, el Archivo Histórico de la UNLP y los 20 museos22 de la Red de Museos, que propician la configuración de ámbitos de recuperación de la memoria social, mediante la puesta en valor de ciertos objetos, que en el marco de las comunidades se convierte en un modo eficaz para ampliar y complejizar la experiencia de las identidades de la región. Se debe avanzar en una mayor difusión y organización de estas valiosas instituciones universitarias que en su mayoría merecen un flujo de público y un aprovechamiento académico que exceden el arduo trabajo de clasificación y preservación.

También de los elencos artísticos: Cuarteto de Cuerdas, Quinteto de Vientos, los tres Coros estables y el Taller de Teatro– los Programas de incentivo a la producción de talentos y la promoción de las industrias culturales y en general el hecho de disponer del territorio universitario como base física en la relación con la comunidad.

Es destacable la generosidad y disposición de todos los integrantes de los elencos estables, que exhiben una apertura hacia repertorios contemporáneos y están siempre abiertos a participar en ámbitos que no condicen con el clásico escenario con bambalinas y proscenio. Los elencos mencionados participan por ejemplo, de actividades en la estación de trenes, los patios de las facultades, en la inauguración de eventos institucionales entre tantas otras actividades de inserción comunitaria.

La relevancia de aquello que de manera muy general podría encuadrarse en los siempre polémicos términos contemporáneo y popular, era escasa. Por lo que, además de apoyar las actividades de los elencos estables coordinando sus propuestas a través de la Dirección de Cultura, contratando músicos invitados, financiando la impresión de partituras y estableciendo un canal de comunicación constante entre las demandas de las facultades y las posibilidades concretas de los músicos, se diseñaron ciclos que centran su propuesta estética en el arte actual y masivo.

Durante el 2015, se puso en marcha un ambicioso programa de espectáculos gratuitos para el público. En ellos participaron desde elencos y artistas altamente consagrados como Liliana Porter (una de las artistas plásticas más importantes del mundo), Pablo Bernasconi, Diego Capusotto, Darío Z, Elba Bairon, o Marcelo Moguilevsky, entre otros, hasta agrupaciones jóvenes autogestionadas de graduados recientes, en espectáculos que se desplegaron en toda la Universidad, en el patio del Rectorado, en el auditorio de la Facultad de Bellas Artes, los museos municipales y provinciales y en algunos casos en la calle, en los que se estima, han concurrido más de 15.000 personas.

En ese sentido, la UNLP se encuentra desarrollando una serie de programas y proyectos centrados en las transformaciones de la cultura contemporánea para promover espacios de difusión y reflexión acerca de la diversidad y la complejidad de la escena cultural tanto a nivel regional como nacional; y de intercambio y desarrollo de nuevas capacidades complementarias a las disciplinas artísticas que permitan trazar acciones para la puesta en valor y gestión del propio trabajo.

En la actualidad, la multiplicidad de desarrollos culturales y artísticos que se presentan en la región rebasan las categorías tradicionales, aquellas que propiciaban la división entre la cultura de élite y la cultura popular, delimitaban los hábitos culturales y los terrenos específicos del campo profesional.

Por ello, una línea de acción fundamental, se concentra en el abordaje de propuestas que consideran el carácter interdisciplinar, dinámico y procesual que presentan el arte y la cultura.

Entre las principales actividades, se desarrolla el ciclo Arte en el Patio, en el cual se llevan a cabo proyectos destinados a intervenir el patio del edificio de la Presidencia a fin de que el público pueda disfrutar de las intervenciones e interrogarse sobre la aparición de éstas en un contexto no tradicional. También el ciclo de Música Break! que cuenta con la participación de jóvenes graduados y estudiantes avanzados; los programas de danza y teatro que se suman desde una perspectiva contemporánea y experimental a las propuestas del Taller de Teatro, los programas para adultos mayores, la producción de contenidos musicales, audiovisuales y editoriales, y una variada y numerosa cantidad de actividades singulares como Bellas Artes en vivo, artes visuales en la contemporaneidad latinoamericana, ciclo de teatro musical infantil, ciclo de danza contemporánea, Festival REC de cine, El Río, Notas breves sobre arte y cultura, los talleres de arte de la Casa de la Cultura, la promoción y apoyo a propuestas que el comité de evaluación de la Secretaría de Arte y Cultura consideran de interés local, regional o nacional que no encuadran en ninguno de los programas mencionados por ejemplo: Festifreak, Danza afuera, actividades compartidas con otras Secretarías (realización de murales, conciertos, recitales en barrios periféricos, participación en la fiesta del inmigrante, apoyo a exposiciones de cátedras, institutos de investigación de arte y cultura, publicaciones específicas), entre otras.

Se trata de propuestas que se sitúan dentro de estándares de rigor académico, es decir, de trabajos realizados por profesionales (músicos, bailarines, actores, iluminadores, escenógrafos, vestuaristas, guionistas, diseñadores, cineastas, críticos de arte, artistas visuales y multimediales).

La Universidad participa además en actividades de alto contenido social en la ciudad y en los municipios cercanos como Ensenada, Berisso o Brandsen, en permanente contacto con las direcciones de cultura respectivas y con otros organismos oficiales con los que se pudo establecer vínculos de mutua cooperación. Es un ejemplo de ello el ciclo que se realiza en el Planetario coorganizado con la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas que resultó altamente satisfactorio tanto en la concreción del mismo como en la respuesta del público. El ciclo de espectáculos infantiles, por su parte (en el que participaron mimos, músicos, actores, clowns, bailarines) se destinó específicamente a niños que viven en la periferia y que mayoritariamente nunca habían ido al teatro, coordinando estas actividades con organizaciones sociales, secretarías de las facultades, iglesias e institutos de menores.

La creación de la plataforma www.elrioarteycultura.com permitió difundir una amplia oferta de espectáculos, publicaciones, películas, reseñas, críticas y estrenos, los cuales se encuentran a disposición del público en general y que seguirá expandiéndose en el próximo período.

Resulta de interés pensar estos espacios atravesados por las nuevas redes comunicacionales, y así poder apostar al enriquecimiento de los espacios de circulación y recepción como también a la democratización de los productos culturales.

La expresión de todo lo enunciado tiene su máxima representación en la Bienal Universitaria de Arte –que en 2016 cumplió su cuarta edición bajo la temática Plazas y multitudes-. Es un evento que ya está instalado en el circuito del arte de las distintas unidades académicas, organizaciones gubernamentales y el público de la región. Se integran además, a través de las redes, otras universidades del mundo, particularmente las latinoamericanas agrupadas en el Consejo de Relaciones Internacionales de América Latina y el Caribe (RIAL) que llevan a cabo, en paralelo, algunas acciones similares a las programadas. El proyecto procura convertir a la Bienal de la UNLP en una de las más relevantes del continente. En la correspondiente al año 2014, se llevaron a cabo más de 100 actividades en casi la totalidad de las unidades académicas y edificios de la Universidad, barrios, escuelas, espacios públicos, centros de detención, centros culturales, estación ferroviaria, museos. La respuesta masiva a las convocatorias permite vislumbrar una repercusión aún mayor y su continuidad en el próximo período.

Todas estas líneas de trabajo conforman el núcleo duro de la actividad permanente y es necesario consolidarla en los próximos años extendiendo su alcance, en la región, a partir de la existencia de centros culturales, salas teatrales y de conciertos. Los ciclos infantiles, danza contemporánea, recitales en vivo, están permanentemente en curso y a disposición de la comunidad universitaria en particular y del público en general.

Está claro que el término arte define un rasgo determinado por la producción de imágenes ficcionales deliberadas que generan como consecuencia un esfuerzo perceptual y permiten profundizar las funciones simbólicas. Esta singularidad está presente por encima de géneros, estilos, enfoques formales y métodos de ensayo. Por lo tanto, la política que se propone es la de producir una apertura a manifestaciones que responden a los cánones validados históricamente por el arte clásico pero también a aquellas otras que han quedado fuera de esa restricción.

Es claro que el arte forma parte de la cultura pero no toda la cultura se plasma en términos artísticos. Es un campo en disputa. Prueba de ello son las innumerables actividades culturales que se programan desde distintos ámbitos de la Universidad y que por lo general derivan en actividades artísticas. En ese sentido, la Universidad, a través de su área pertinente, lleva adelante la puesta en marcha de encuentros, debates, mesas redondas y asistencia técnica en torno a asuntos extrañamente vinculables al arte pero que, sin dudas, integran esa difusa esfera asimilable a la palabra cultura, proceso que se profundizará en la búsqueda permanente de multiplicar políticas de inclusión social.

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