Actualizar la Reglamentación

La estructura con que cuenta hoy la Universidad a nivel reglamentario debe ser actualizada de acuerdo a nuevas realidades en cada una de las Unidades Académicas. La UNLP debe responder al momento actual de la sociedad. Desde ese punto de vista, nosotros coincidimos en que es necesaria una modificación del Estatuto. Una reforma que implique mayor participación de algunos actores de la comunidad universitaria y quizás modernizar algunas normas que han quedado un poco obsoletas.
Nos debemos un debate interno en cuanto a la conformación del claustro de graduados. En particular me refiero a la representación minoritaria de aquellos graduados que tienen un vinculo directo con las facultades, que dan clases y prestan auxilio a los docentes titulares y adjuntos. Quizás sea una buena medida darles una mayor participación en número en los Consejos Académicos que, por supuesto, se reflejará en el Consejo Superior y en la Asamblea Universitaria. Esto sin dejar de lado al graduado que no forma parte de la estructura de la Facultad.
Apoyamos la integración de los no docentes en el cogobierno universitario. Además de la representación con voz con la que hoy cuentan, es el momento de discutir su participación con voto. Se trata de un sector fundamental para el funcionamiento de la institución, que trabaja a la par de los docentes y es el nexo entre los profesores y los alumnos.
Con respecto al planteo sobre el claustro único docente, no sé si sería el mejor mecanismo. De todos modos, sin desconocer los roles de titular y adjunto, consideramos que hay que mejorar la representación de los auxiliares docentes, porque son un sector cada vez mayor, indispensable para atender al crecimiento exponencial de la matrícula de la UNLP.
Fortalecer la extensión y la investigación en el Estatuto son objetivos que se condicen con la idea central de esta nueva gestión que estamos comenzando en Ciencias Jurídicas. Aquí contamos con un potencial de investigación importante, que puede aportar mucho a la sociedad. Pero de nada sirve ese potencial abstracto sino vemos reflejado el resultado de esas creaciones en la comunidad. Queremos darle mayor presencia a nuestros Institutos, que abordan numerosas temáticas de interés. Proyectos vinculados con el acceso a la justicia, con darle posibilidad de reclamo a los sectores excluidos, entre otros temas. Nuestros recursos científicos y humanos son reconocidos a nivel internacional. Necesitamos garantizar una infraestructura para que esa gente trabaje y produzca material en beneficio de la gente, y que sus aportes se proyecten en los debates que la sociedad tiene hoy a nivel nacional.
Nuestra gestión llega en un momento de transición. Vimos los acontecimientos previos a la Asamblea un poco desde afuera, porque éramos oposición interna dentro de la Facultad. Una muestra de nuestra homogeneidad de pensamiento en cuestiones esenciales tiene que ver con que los doce votos en Derecho fueron a favor de la reelección del Arq. Azpiazu. Eso marca una decisión política importante. Queremos acompañar la iniciativa de la reforma del Estatuto, entre otros temas de esta nueva etapa que se viene. Debemos estar muy conectados, porque una gestión exitosa en la Universidad nos ayudará a nosotros a llevar adelante una administración eficiente de la Facultad, que es lo que nos propusimos.