Declaración a 8 años sin Jorge Julio López

Ante un nuevo aniversario de la desaparición de Jorge Julio López, el Honorable Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata expresa:
La profunda preocupación por la desaparición forzada de Jorge Julio López acaecida el 18 de septiembre de 2006, en el marco del Juicio por Delitos de Lesa Humanidad cometidos por Miguel Osvaldo Etchecolatz, Causa Nº 2251/06, en la cual López era un testigo clave.
Transcurridos ocho años, el Honorable Consejo Superior de esta Universidad renueva el compromiso institucional en la lucha por su esclarecimiento, considerando que la investigación judicial no ha logrado encontrar y aportar huellas que expliquen lo sucedido, identificando a los responsables, a quienes instigaron este hecho, a quiénes lo encubrieron de manera cómplice o formaron parte de ese pacto de silencio, entramando deliberadamente diversas complicidades.
A ocho años la pregunta ¿Dónde está López? sigue vigente, sin respuesta. Es una pregunta que retrotrae a momentos de temor, incertidumbre y desesperación como los vividos por la sociedad argentina bajo la dictadura cívico-militar. Un tiempo de cercenamiento casi absoluto de la palabra, de prohibición de toda protesta, de marcada injusticia e impunidad, de espacios públicos sitiados, que pudo ser quebrantado por la fuerza de la resistencia colectiva que puso fin al Estado terrorista y posibilitó el retorno a la democracia.
La voluntad política expresada en la lucha por Memoria, Verdad y Justicia, permitió iniciar un proceso de esclarecimiento de los hechos y avanzar paulatinamente, mediante la realización de los Juicios, en la identificación y sanción de los responsables. No obstante, la inexistencia de un progreso significativo en la investigación judicial vinculada a la desaparición de Jorge Julio López, muestra un retroceso político e institucional de gran envergadura, en una sociedad que viene luchando incansablemente y que está logrando sancionar penalmente a los responsables.
En este escenario resulta inadmisible aceptar la falta de respuestas sin indignarnos. ¿Cómo explicar la persistencia de un entramado siniestro de poder que conecta los hechos del pasado reciente con nuestro presente?, ¿Cómo aceptar que las prácticas y dispositivos arbitrarios de abuso de autoridad, violencia institucional e imposición del terror continúen siendo efectivas aún en democracia?, ¿Cómo tolerar la trama delictiva que involucra a ex integrantes de fuerzas de seguridad, militares y policiales?, ¿Cómo interpretar el sentido de esta desaparición forzada?, ¿como un mecanismo que procuró trastocar medularmente la credibilidad en los juicios a los genocidas?, ¿o como una forma nefasta de cuestionar la vida en democracia y la protección que el Estado debe ejercer hacia las víctimas y testigos? Viejas y nuevas preguntas que se formulan una y otra vez en pos de conocer la verdad.
A pesar de su ausencia física, la voz de Jorge Julio López no pudo ser acallada, y logró a través de su declaración fílmica aportar pruebas en la causa referida al Circuito Camps, que contribuyeron a la construcción de verdad y justicia. Lo desaparecieron impunemente como a tantos otros miles, y desde ese 18 de septiembre de 2006 la lucha por su aparición constituye una causa inclaudicable en pos de develar prácticas autoritarias que persisten y que conllevan las marcas propias del terror implantado por los procesos dictatoriales en nuestro país y en la región.
La imposibilidad de identificar y sancionar a los responsables por esta desaparición forzosa, constituye un grave hecho de incumplimiento de una función esencial del aparato jurídico estatal. Su prolongación potencia el efecto sobre el conjunto de la sociedad argentina, provocando una naturalización de la impunidad que acarrea severas consecuencias en tanto es un acto de violencia que erosiona el lazo social y la confianza del pueblo en las instituciones del Estado.
Convencidos del aporte sustantivo y de la responsabilidad ética que nos cabe como Universidad Pública en la defensa y profundización de una sociedad más justa, igualitaria y democrática, exigimos una vez más a los todos los poderes del Estado tanto provincial como nacional, que se arbitren los medios necesarios para conocer la verdad de lo que sucedió con Jorge Julio López, identificar y enjuiciar a quiénes son responsables por su desaparición.
Es fundamental en esta nueva conmemoración, no silenciar los reclamos de justicia por todas las víctimas desaparecidas de manera forzosa en estos años de democracia; explicitando de manera contundente este pronunciamiento colectivo, reconociendo que la impunidad es una violación a los derechos humanos.