Prosecretaría de Medios y Publicaciones

La Universidad Nacional de la Plata, pionera en América Latina y en el mundo en materia de radiodifusión, ha sabido ocupar un lugar central a lo largo de su historia en el debate por el rol de los medios de comunicación. Desde sus orígenes, la institución asumió la importancia estratégica de desarrollar políticas comunicacionales en distintos géneros y plataformas, con el objetivo central de contribuir a la construcción de una comunicación plural, participativa y democrática, abogando por el efectivo ejercicio del derecho humano a la comunicación.

La profunda esencia extensionista de la UNLP se plasmó tempranamente en 1924, con la creación de Radio Universidad de La Plata, la primera radio universitaria del mundo. En 1989 se creó la frecuencia modulada en el 107.5 del dial para llegar al público más joven. En 1987 se crea la editorial, EDULP, y en 2012 se suma TV Universidad, la señal de televisión de nuestra casa de estudios, completando así nuestro sistema de medios públicos. Estos medios dan cuenta la voluntad inquebrantable por ocupar un espacio relevante en la comunicación masiva para la región.

Con el propósito de avanzar en la creación de un espacio de gestión e intervención, que permitiese articular y consolidar en un ámbito común los contenidos, entró en funciones a partir del 1 de junio del año 2018 la Prosecretaría de Medios y Publicaciones.

Desde el enfoque de las políticas nacionales de comunicación, la información es considerada un bien público esencial para la sociedad. En este marco, la Prosecretaría de Medios y Publicaciones, a través de la radio, el canal de televisión y la editorial, se constituyó en el espacio encargado de llevar adelante políticas de gestión en el ámbito de la comunicación con el propósito de defender el derecho de los ciudadanos y las ciudadanas a recibir información y, también, a poder informar.

La Universidad Pública, a través de la Prosecretaría de Medios y Publicaciones y sus herramientas comunicacionales, pone al servicio de la sociedad –y especialmente de los sectores más vulnerables– todo su patrimonio científico, tecnológico y académico; no con un sentido de “intervención” en la sociedad, sino con un profundo sentido de mutua inclusión y solidaridad, donde se ponen en juego los intereses, las necesidades, los conocimientos y las identidades, en el tratamiento de las problemáticas más diversas a nivel local, regional y nacional.