Cada 7 de noviembre se celebra en el mundo el Día de la Física Médica. Fue elegido por ser el día de nacimiento de la física polaca Marie Sklodowska Curie, cuyos aportes en relación con las radiaciones ionizantes cambiaron la medicina. Las físicas médicas Agustina Corti y Malena Taube cuentan los alcances de la Licenciatura que se estudia en la UNLP.
La radiación ionizante se ha consolidado como una herramienta indispensable en el diagnóstico y tratamiento médico de una amplia variedad de enfermedades. La física médica se encarga de hacer y ser el nexo entre la física y la medicina. Esta carrera, poco conocida aún, tiene una larga historia que se inicia con Marie Sklodowska Curie, considerada como la primera física médica, por ser pionera en la investigación sobre la radiactividad y las aplicaciones médicas de las radiaciones ionizantes, y creadora de las unidades radiológicas móviles durante la Primera Guerra Mundial.
Hoy en día, más de un siglo después, la medicina nuclear y la radioterapia son disciplinas claves para combatir afecciones o patologías como el cáncer, aprovechando las propiedades únicas de la radiación para destruir células malignas. La implementación de estas nuevas tecnologías en el ámbito médico demanda la presencia de un profesional con sólidos conocimientos en física y con la capacidad de integrarse a un trabajo interdisciplinario.
Ante la proyección de un futuro prometedor para esta área profesional, -y a iniciativa de la Dra. en Física Cristina Caracoche- la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP tomó la decisión estratégica de crear la carrera de Licenciatura en Física Médica en el año 2002. Desde entonces forma profesionales con una formación en física complementada con biología, anatomía, fisiología, biofísica y fisicoquímica. Esta combinación garantiza a los egresados y egresadas una preparación interdisciplinaria integral.
Esta formación multidisciplinaria les permite adaptarse con facilidad a entornos diversos y colaborar eficazmente con profesionales de distintas disciplinas como médicos, bioquímicos, técnicos y enfermeros en la búsqueda de soluciones innovadoras.
¿Cómo interviene un físico médico en un hospital?
El uso de radiación ionizante (rayos gamma, rayos X, partículas alfa y beta o neutrones) con fines médicos es la actividad humana responsable de la mayor contribución a la exposición a la radiación ionizante. Durante las últimas décadas los estudios radiológicos con fines diagnósticos se han incrementado notablemente, lo que ha dado lugar a un aumento de la dosis generada en las distintas exploraciones que no solo afectan al personal involucrado por su práctica laboral sino también a los propios pacientes y miembros del público en general.
Por lo tanto, las medidas de protección radiológica son esenciales, y es ahí donde cumple gran parte de sus funciones el físico médico. Estas medidas se basan en la justificación de las prácticas médicas que utilizan radiación ionizante, la optimización de la dosis (tan baja como sea razonablemente posible: por sus siglas en inglés As Low As Reasonably Achievable, ALARA), y la reducción del número de personas expuestas. Además, se busca minimizar la posibilidad de exposiciones de emergencia y se establecen límites de dosis tanto para los trabajadores como para el público en general, mientras que para pacientes se establecen niveles de referencia diagnóstico.
En Medicina Nuclear el físico médico es quien realiza los controles de calidad de los equipos y tiene una comunicación activa con técnicos y médicos para los tratamientos o las prácticas diagnósticas. En el caso de radioterapia, el físico médico es quien planifica los tratamientos y realiza los controles de calidad de los equipos. En ambos casos optimizando los procedimientos y velando por la seguridad radiológica tanto de los pacientes y acompañantes, como del personal que trabaja en los centros de salud. A diferencia de los casos anteriores, en nuestro país, todavía no existe reglamentación que obligue a los centros de salud a contar con la presencia de físicos médicos en servicios de imágenes. Sin embargo, en 2021 el entonces Ministerio de Salud de la Nación publicó recomendaciones al respecto, sentando un precedente del camino a seguir.
¿Cómo empieza la Lic. en Física Médica en la UNLP?
La carrera de Licenciatura en Física Médica en la Facultad de Ciencias Exactas abrió sus puertas a los primero/as alumnos y alumnas en 2002, obteniendo en el año 2008 el reconocimiento oficial del título por el ministerio de Educación de la Nación. Posteriormente, la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) reconoce los contenidos teóricos de la carrera para la obtención de los permisos en Radioterapia (2008) y Medicina Nuclear (2012). Al día de hoy, cuenta con 39 egresados y egresadas que se destacan en diversas disciplinas como medicina nuclear, radioterapia, radiodiagnóstico, radioprotección, investigación y neurociencias.
Cabe resaltar además, que uno de los aspectos más destacados del programa de Física Médica en la Universidad Nacional de La Plata es su enfoque en la investigación. Los estudiantes tienen la oportunidad de participar en proyectos de investigación de la Facultad de Cs. Exactas en el campo, lo que les proporciona una experiencia invaluable.
El impacto en la sociedad de los egresados y egresadas de esta casa de estudios se extiende más allá de las fronteras de la Universidad. En muchas ocasiones han realizado contribuciones significativas en el ámbito nacional e internacional, liderando proyectos innovadores, publicando en revistas de prestigio y colaborando con instituciones de renombre en todo el mundo.
De la academia al hospital
Para quienes optan por la actividad académica luego de recibirse, el abanico de temas es sumamente amplio: neurociencias, simulaciones computacionales en medicina nuclear e incluso trabajo de campo sobre niveles de referencia en diagnóstico.
En el ámbito de la Facultad de Ciencias Exactas, específicamente en el Departamento de Física se encuentra el Laboratorio de Dosimetría y Protección Radiológica (LaDoPro), que surge en el año 2019 como una iniciativa de egresados y profesores de la carrera cuyo objetivo es asesorar a la comunidad científica, centros de salud públicos y privados, y público en general, sobre seguridad y protección radiológica.
Desde entonces, sus integrantes han dictado cursos de divulgación y capacitación en radiactividad y protección radiológica, participando en congresos nacionales e internacionales.
Por otro lado, han trabajado arduamente en un área de vacancia en nuestra región: la realización de controles de calidad en equipos de radiodiagnóstico (equipos de rayos X, tomógrafos, mamógrafos, cámara gamma, entre otros). El LaDoPro promueve la concientización de los distintos servicios de imágenes de la región, para que procedan periódicamente al control de calidad del equipamiento médico que trabaja con radiaciones ionizantes, además de realizar asesoramientos y controles en los hospitales públicos de la región.
Para muestra basta un botón
El blindaje es fundamental para protegernos de las exposiciones a la radiación ionizante, y el tipo de blindaje depende de la radiación con la que se trabaja. Uno de los materiales más utilizados para este fin es el plomo, que vemos, por ejemplo, en los chalecos plomados que usan los técnicos o que nos dan cuando necesitamos sostener a un niño durante una radiografía. Sin embargo, con el objetivo de explorar alternativas más sostenibles, se han comenzado a estudiar materiales menos convencionales que puedan sustituir al plomo en estos chalecos.
En este contexto, surgió la tesis de Carmiña Menéndez, quien en el laboratorio LaDoPro investigó nuevas opciones de blindaje y presentó su trabajo de diploma titulado “Innovación en blindaje contra radiaciones: Explorando el potencial de residuos de Acería”. Este proyecto fue un éxito y le permitió graduarse en mayo de 2024. Además, fue galardonado con el primer puesto en la modalidad póster en la categoría de Protección Radiológica y Normativa en el “14° Congreso Argentino de Física Médica”.