En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora

En este 8 de Marzo, al conmemorarse el Día de la Mujer Trabajadora, desde las Prosecretarías de Derechos Humanos de la UNLP y de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, junto al Archivo Histórico de la UNLP recordamos especialmente a Adriana Calvo, sobreviviente del Circuito Camps y militante imprescindible de las luchas por los DDHH de nuestro pueblo, como homenaje a las mujeres trabajadoras que con enorme valentía, en plena dictadura, en una Universidad intervenida, se plantaban y luchaban por sus reivindicaciones.

Al momento de su secuestro, ocurrido el 4 de febrero de 1977 en su domicilio de Tolosa, Adriana era licenciada en Física, graduada en nuestra universidad y trabajaba como docente e investigadora en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP. Pocos años antes, con la apertura democrática de 1973, Adriana había formado parte del primer gremio docente que se había organizado en su Facultad: la Asociación de Docentes e Investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y en 1975, durante las intervenciones de Pedro José Arrighi y Héctor Mercante en la Universidad, fue parte de la constitución de una Federación de Asociaciones Docentes, nacida contra la persecución institucional y los crímenes de grupos parapoliciales como la Concentración Nacional Universitaria.

En esta oportunidad compartimos la presentación realizada el 6 de mayo de 1976 por un conjunto de trabajadores/as docentes y no docentes, encabezados/as por Adriana, ante el interventor nombrado por la Armada, en reclamo por la destitución de dos jóvenes que se encontraban al frente de grupos en la Guardería donde asistían sus hijos/as -hoy Jardín Maternal de la UNLP- conquistada por ATULP en 1973.

La reivindicación que allí realizan de aquellas jóvenes trabajadoras, así como la valentía para desconocer la cesantía y firmar un documento en nombre de ellas, adquieren mayor valor aún al reconocer entre las mencionadas a Patricia Guastavino, estudiante de Bioquímica, militante de la Juventud Universitaria Peronista, que fue asesinada poco tiempo después, el 22 de diciembre de ese mismo año, y forma parte del doloroso listado de víctimas del terrorismo de Estado de la UNLP.