Por Pablo de la Vega*
Varios millones de hectáreas de bosques se pierden cada año en el mundo, y parte de la culpa la tienen la expansión de la agricultura, la ganadería, la tala y la minería. En la búsqueda de mitigar la deforestación y el cambio climático, la Unión Europea estableció nuevas reglamentaciones que afectarán a los países productores de materias prímas que exportan sus mercancías. ¿Cómo afectará esto a la Argentina? Pablo de la Vega, economista e investigador de la UNLP te lo cuenta todo en #Investiga.
Existe un consenso generalizado sobre que la deforestación es una de las principales causas del cambio climático y de la pérdida de biodiversidad a nivel global y la conversión de área forestal para producir commodities (como cultivos agrícolas, ganado y madera) ha sido identificada como una de las causas principales. En este contexto, las restricciones sobre el consumo de productos producidos en tierras deforestadas surgen como una manera de combatir este fenómeno globalmente y luchar contra el cambio climático.
En mayo de 2023, se envió al Parlamento Europeo la propuesta para la implementación de la regulación conocida como productos libres de deforestación, que exigirá un sistema de trazabilidad sobre ciertas materias primas y sus productos derivados, identificados como impulsores de la deforestación a nivel global. La propuesta inicial planeaba hacerla efectiva a partir de enero de 2025, sin embargo, diversos cuestionamientos de países miembros, operadores y terceros países (incluyendo Argentina) condujeron a que se pospusiera 12 meses.
La nueva regulación que entrará en vigor en enero de 2026, alcanzará al ganado bovino, cacao, café, aceite de palma, caucho, soja y madera y sus productos derivados como carne, chocolate, cuero y papel. Solo se podrán exportar a la Unión Europea dichos productos si son respaldados por un proceso de diligencia debida que demuestre que han sido producidos de acuerdo con la legislación del país productor y son “libres de deforestación”. La regulación considera “libres de deforestación” a aquellas materias primas y productos producidos en tierras que no sufrieron deforestación después del 31 de diciembre de 2020 y a la madera que ha sido recolectada de bosques sin inducir degradación forestal después del 31 de diciembre de 2020. La nueva regulación prohíbe entonces incluso la deforestación que fue permitida legalmente bajo regulaciones domésticas.
¿Cuál sería el impacto de estas medidas? Teniendo en cuenta que la Unión Europea da cuenta del 15% del PBI mundial y 14% del comercio mundial de bienes, las potenciales implicancias son considerables y Argentina se encuentra entre los ocho países potencialmente más afectados (ver Figura 1). La regulación alcanzaría aproximadamente al 40% del valor exportado de bienes por Argentina a la Unión Europea (cerca de US$ 5,000 millones), que es el segundo destino más importante de nuestras exportaciones de bienes. Las principales cadenas productivas afectadas son las de la soja y de ganado, que dan cuenta del 80% y del 15% del valor exportado a la Unión Europea que se vería alcanzado por la nueva regulación, respectivamente.
Figura 1.
Recuperado de Arias Mahiques et al., (2024).
¿Cómo afectaría esto a nuestro país? En un reciente trabajo se utiliza un modelo económico para evaluar el impacto en la Argentina de la introducción de la nueva regulación. Los resultados sugieren que los potenciales impactos macroeconómicos son acotados. Como consecuencia, entre 2025 y 2030, el PBI se reduciría en promedio 0,46% con respecto al escenario base. No obstante, de mayor magnitud es el potencial beneficio ambiental: las hectáreas deforestadas se reducirían un 6,64% y las emisiones de gases de efecto invernadero 0,39%.
¿Cómo está preparada la Argentina para enfrentar la nueva regulación? Para cumplir con la normativa y seguir exportando estos productos a la UE es necesario dar cuenta de cómo y dónde se produjeron y asegurar que no hubo deforestación en esas tierras. Ello requiere un sistema de trazabilidad que permita conocer hacer un seguimiento a lo largo de toda la cadena de producción, elaboración y distribución, e integrar esa información con datos sobre deforestación y cambios en el uso del suelo. Al respecto, el sector público cuenta con sistemas de información para la comercialización de soja en la ex-Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y para ganado en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). El sector privado, mientras tanto, viene desarrollando sistemas de Monitoreo, Reporte y Verificación para garantizar la trazabilidad de estos productos y hay intenciones del gobierno nacional de facilitar aún más el acceso a la información necesaria. Además, Argentina cuenta con una Ley Nacional de Bosques que es importante sostener. La misma creó diferentes herramientas para el apoyo a prácticas de manejo forestal sustentable y exige a las Provincias realizar un Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos en cada uno de sus territorios. Otros sistemas de información relevantes incluyen el Sistema Integrado de Información Ambiental, el Sistema Nacional de Monitoreo de Bosques Nativos, y el Sistema de Alerta Temprana de Deforestación.
Estos hitos institucionales, así como la iniciativa del sector privado, son claves para dimensionar la factibilidad de cumplimiento de la norma y la necesidad de sostener y consolidar las políticas de estado ambientales que se han venido desarrollando. Esto permitirá mejorar las capacidades para responder a este tipo de regulaciones, que también están en discusión en otros países de gran relevancia en el mercado internacional como Estados Unidos. Reducir la deforestación es un punto central para la lucha contra el cambio climático y contribuir a la preservación de la biodiversidad y la sostenibilidad de comunidades que son altamente dependientes de los ecosistemas naturales. Argentina puede transformar los desafíos que representan estas nuevas regulaciones en oportunidades para consolidar su posición en los mercados internacionales, cumplir con los compromisos ambientales asumidos y mejorar las prácticas del sector agropecuario que es clave para la transición climática y el desarrollo del país.
*Pablo de la Vega es doctorando en Economía de la Universidad Nacional de La Plata. Publicó artículos científicos y presentó trabajos en congresos y seminarios, a nivel nacional e internacional. Es investigador en la Fundación para el Desarrollo Argentino (Fundar) e Instituto de Investigaciones Económicas (Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de La Plata, Argentina).Sus áreas de interés incluyen temas como el desarrollo económico, el futuro del trabajo, la desigualdad y el cambio climático.
Este artículo está basado en:
de la Vega, P (2024). The European Union Deforestation Regulation: The Impact on Argentina. Documentos de Trabajo del CEDLAS Nº 333, Agosto, 2024, CEDLAS-FCE-Universidad Nacional de La Plata.
Arias Mahiques, M. V.; de la Vega, P.; Park, L. y Villafañe, M. F. (2024). Desafíos y oportunidades comerciales en un mundo en lucha contra el cambio climático y la deforestación. Fundar.


