El accionar represivo de las fuerzas de seguridad y militares durante la última dictadura agravió el derecho a la identidad, sustrayéndosela a los recién nacidos mediante perversos actos de sustitución. Esos hechos aberrantes motivaron el nacimiento de las Abuelas de Plaza de Mayo que desde hace 42 años sostienen su lucha, junto a Madres de Plaza de Mayo y al Movimiento de Derechos Humanos, buscando sus nietos y nietas, y reivindicando la restitución de su identidad.
Hoy las abrazamos, y reconocemos una vez mas su tenacidad, su coraje y su disposición permanente al diálogo, ejerciendo un reclamo pacífico y amoroso que constituye una referencia ineludible para quienes aspiramos a construir una sociedad con memoria, justicia y verdad en la que la identidad se inscribe como derecho humano fundamental.
