Autómata con caja de música (sistema de cilindro). Se atribuye la creación de la caja de música al relojero ginebrino Antoine Favre (1767-1828). En un documento firmado en 1796 se menciona a Favre como su inventor, bajo el nombre de carillón sin campanas ni martillos.
En los primeros años el mecanismo consistió en una máquina de reloj que hacía rotar un platillo o cilindro con púas distribuidas en su superficie. Las púas, mediante el punteo, ponían en vibración láminas metálicas, independientes y atornilladas de manera circular. Más tarde prevaleció el sistema de cilindro y las láminas se recortaron en un peine de una o varias secciones.
Durante el primer período de fabricación de cajas de música fue corriente aplicarlas a distintos objetos: cajas de rapé, alhajeros, joyas, relojes de diferentes tipos, etc. Desde mediados del siglo XIX se popularizó unirlas a autómatas, muñecos articulados cuya animación también es generada por la acción del cilindro.
Este ejemplar se denomina Titiritera. Consta de un cilindro y peine de treinta y seis láminas, ambos metálicos, ubicados en el interior de la base. El cilindro puntea las láminas y acciona los movimientos de la muñeca: al subir el brazo derecho levanta el telón del tablado en el que aparece un pequeño muñeco; al bajar el telón gira una rueda con cinco cabezas que se alternan sobre el cuerpo del muñeco del tablado, permitiendo la presentación de distintos personajes