A 43 años de “La Noche de los Lápices”

Hoy, 16 de septiembre de 2019, recordamos el 43º Aniversario del secuestro y desaparición de estudiantes secundarios, uno de los acontecimientos aberrantes, producido por la última dictadura cívico-militar, rememorado como “La noche de los lápices” en alusión a la represión sufrida por estimativamente trescientos jóvenes entre 13 y 18 años.

En la ciudad de La Plata, durante el mes de setiembre de 1976, se produjeron una serie de secuestros que tuvieron como blanco a muchos de esos jóvenes con militancia política y estudiantil, en su mayoría pertenecientes a los Colegios de nuestra Universidad.

Tal como lo demostraran investigaciones recientes, elaboradas por esta Casa de Estudios; así como la Resolución de reparación de legajos producida desde la Prosecretaria de Derechos Humanos en septiembre de 2015, esta persecución formó parte del plan sistemático de exterminio que llevó adelante la última dictadura; y se inició a fines de 1975 con el asesinato de Ricardo Arturo “Patulo” Rave, dirigente de la Unión de Estudiantes Secundarios de La Plata, que continuó durante todo el período dictatorial.

Cabe recordar que en marzo de 1976, la Coordinadora de Estudiantes Secundarios desarrolló una serie de estrategias políticas en oposición al Golpe, en un escenario adverso, donde las instituciones educativas eran objeto de cambios sustantivos como parte del engranaje de vigilancia y control por parte del aparato represivo sobre sus comunidades. Y en septiembre de 1976, numerosos estudiantes secundarios o recientemente egresados fueron secuestrados; mientras otros se vieron obligados a abandonar sus trayectorias educativas para evitar ser víctimas del terrorismo de Estado.

Las privaciones ilegales de libertad, torturas, y desapariciones sufridas en este hecho histórico que hoy recordamos, constituyen crímenes de Lesa Humanidad cometidos por el terrorismo de Estado, cuyo conocimiento público se produjo durante el Juicio a las Juntas Militares, cuando Pablo Díaz, uno de los jóvenes sobrevivientes, narró su historia ante la justicia.

El sentido político de este hecho reconocido como “Noche de los Lápices” es entonces resignificado a partir de la narración de los sobrevivientes, que expresan su pertenencia y práctica política compartida con compañeros y compañeras  desaparecidas, tal como se demostró en los testimonios aportados en el juicio denominado “Circuito Camps.”

Una de esas luchas tuvo lugar también en torno de la reivindicación del Boleto Estudiantil Secundario, que cuenta como antecedente legislativo local con el proyecto presentado ante el Consejo Deliberante de La Plata por el concejal Rodolfo Mariani el 1° de septiembre de 1975. En ese momento, los y las estudiantes reclamaban la reducción del costo del boleto a un peso, y ante la no respuesta gubernamental, la Coordinadora Estudiantil convocó a una manifestación que se desarrolló el día 5 de septiembre ante el Ministerio de Obras Públicas, para entregar el petitorio a las autoridades.

Posteriormente, en 1988 la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires sancionó la Ley 10.671, que establece la fecha del 16 de septiembre como el “Día de los Derechos del Estudiante Secundario” cuya conmemoración es promovida por la Dirección General de Cultura y Educación  que establece que se desarrollen “clases alusivas al tema, en defensa de la vida democrática y los derechos humanos” y propicia la realización de  actividades culturales y recreativas organizadas por los Centros de Estudiantes Secundarios.

Y más recientemente, en el año 2015, se logró conquistar el boleto, cuando la legislatura provincial, con los aportes del actual Presidente de esta Universidad  y del colectivo estudiantil organizado, aprobó por amplia mayoría la Ley 14.735 de Boleto Especial Educativo, que establece la gratuidad del mismo para estudiantes de todos los niveles del sistema educativo; cuya implementación plena en toda la jurisdicción provincial aún continúa siendo una deuda a garantizar por el Estado.

Así entonces, a cuarenta y tres años de “La Noche de los Lápices”, reafirmamos la importancia de recuperar las memorias, de exigir justicia y reparación, propiciando que las sucesivas generaciones se apropien del pasado reciente desde sus preocupaciones del presente, reconociendo que esa lucha reivindicada en los actos y movilizaciones que el movimiento estudiantil realiza el 16 de septiembre de cada año, se encontraba articulada a las importantes movilizaciones sociales de la década del setenta que pugnaban por una sociedad más justa e igualitaria.