Organizado por la prosecretaría de Salud de la Universidad Nacional de La Plata, 150 estudiantes, graduados y promotoras de salud participaron del curso “Apuntes para el abordaje territorial de consumos problemáticos”, un espacio de aprendizaje y reflexión en torno a un fenómeno que afecta cada vez más a la sociedad.
La actividad incluyó 5 encuentros y fue coordinada por Mercedes Kopelovich, jefa de Salud Mental del Hospital San Martín, junto a las licenciadas en Psicología, Valeria Dimitroff y Florencia Battistessa.
En cada encuentro se tomó como punto de partida el triángulo de redes en salud, que componen la comunidad organizada, los efectores de salud y la Universidad, para proyectar un abordaje territorial de los consumos problemáticos. Esta perspectiva prioriza la organización en comunidad porque entiende que es allí donde se identifican y definen los problemas, y donde también se encuentra la potencia para llevar a cabo verdaderas intervenciones en salud.
Kopelovich relató: “la iniciativa para llevar adelante el curso surgió a partir de una demanda cada vez más creciente que nos llega, desde los distintos ámbitos territoriales, a los efectores de salud y espacios de formación respecto a la problemática de los consumos”.
La propuesta del curso buscó recuperar el saber de la comunidad sobre los padecimientos y problemáticas que la afectan, y aportar elementos para el ensayo de una respuesta posible.
Para ello, los encuentros se desarrollaron en el marco del diálogo e intercambio con trabajadores de la salud que se desempeñan en diversos centros de salud, hospitales y organizaciones comunitarias.
Entre las distintas invitadas que participaron de la propuesta se incluyen integrantes de la Dirección de Prevención de Adicciones de la UNLP; parte de los equipos de Hospital San Roque de Gonnet, Hospital Álvarez de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Hospital San Martín de La Plata y Hospital Mario Larraín de Berisso; la secretaría de Salud del Municipio de La Plata y Vientos de Libertad del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
Una de las mayores inquietudes tuvo que ver con qué hacer frente a un caso de consumo problemático: ¿se trata que se deje de consumir, se trata de regular ese consumo o se trata de acompañar en las situaciones de riesgo de ese consumo? Además, surgieron muchas preguntas en torno a cuál es el propósito de un tratamiento y también en dónde se atienden.
Para finalizar, Kopelovich subrayó “la potencia del abordaje territorial porque es ahí donde se sitúan las posibilidades y los límites de los dispositivos para atención de las urgencias por consumos problemáticos, como así también donde se ubican las posibilidades del acompañamiento en el armado de un proyecto de vida”.





