A 30 años del Informe Nunca Más

    Este 20 de septiembre se conmemoran 30 años de la presentación del Informe Nunca Más realizado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), que funcionó, a propuesta del presidente Raúl Alfonsín, entre diciembre de 1983 y septiembre de 1984.  Aquél 20 de septiembre de 1984, el escritor Ernesto Sábato presidía la Comisión integrada por: Eduardo Rabossi, Gregorio Klimovsky, Hilario Fernández Long, Marshall Meyer, Ricardo Columbres; Monseñor De Nevares, Magdalena Ruiz Guiñazú; René Favaloro y Carlos Gattinoni; e hizo entrega al primer mandatario del mencionado Informe.
    El Nunca Más constituyó un documento clave para el Juicio a las Juntas, realizado en 1985, y es una fuente de consulta permanente en los juicios que se realizan en los juzgados federales en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia que vive la Argentina, a partir de 2003. Dicho texto permitió conocer y comprobar la existencia del plan sistemático de desaparición, tortura y exterminio puesto en práctica en Argentina a partir del 24 de marzo de 1976.
    Cabe aclarar que el Informe Nunca Más es una producción de gran impacto social, que surge bajo determinadas condiciones políticas, y constituye una de las publicaciones más importantes del siglo pasado, elaborada desde la apertura democrática. Así lo demuestra la tirada de más de 500 mil ejemplares que llegaron al público, y su traducción a varios idiomas, otorgando legitimidad pública a la voz de familiares y militantes de organismos de Derechos Humanos. La publicidad de la información sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos atentaba contra uno de los propósitos centrales de la “política de desaparición:” borrar las huellas de los crímenes cometidos.
    La recepción del Informe Nunca Más ha variado con los años, se ha resignificado a partir de la profundización de debates y posicionamientos que muestran una madurez  en el proceso colectivo de construcción de las memorias. Una expresión de ello está dada en la reedición del Informe en el año 2006 donde la interpretación de la violencia política conocida como la “teoría de los dos demonios” es rebatida. El nuevo prólogo se encargó de destacar que la violencia estatal y la utilizada por las organizaciones populares de la época no eran simétricas, y por lo tanto, tampoco igualmente repudiables, a tal punto que el lema “Nunca Más”, si bien suponía un legítimo reclamo por el cese del uso de la violencia política, no podía significar asimismo un repudio para las consignas políticas que portaban los militantes de dichas organizaciones  en los años setenta.
    Más allá de las polémicas, Nunca Más, continúa provocando identificación en la sociedad, y lo prueba el hecho de que el título del Informe se ha convertido en consigna de diversos tipos de manifestaciones políticas convocadas para pedir justicia, no sólo cuando se trata de hechos relacionados con la dictadura, sino también cuando se trata de reclamos vinculados al respeto de los Derechos Humanos.