El presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Martín López Armengol, junto a la secretaria de Derechos Humanos y Políticas de Igualdad, Verónica Cruz, participó esta mañana del acto de apertura institucional del Mes de la Memoria que tuvo lugar en el emblemático Patio Julieta Lanteri del edificio de la Presidencia.
También estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Carlos Giordano, el secretario General, Patricio Lorente, decanos, autoridades universitarias y representantes de derechos humanos.
El Mes de la Memoria es una iniciativa que invita a la reflexión y el debate en todas las facultades y dependencias de la casa de estudios platense.
“La Universidad no puede ser vista como una fábrica de profesionales en la que sólo se forman personas en una disciplina, sino que la UNLP forma personas que tienen un importante rol social, estudiantes que son militantes defensores de la democracia”, dijo el presidente.
“Que se hayan cumplido ya 40 años ininterrumpidos de democracia nos compromete a seguir trabajando en la defensa permanente de este modelo, y a ser conscientes de la importancia de preservarla”, remarcó Armengol.
“La serie de actividades que se realizan para conmemorar el 24 de marzo, es un esfuerzo que vale la pena hacer para que los estudiantes, que por una cuestión cronológica no vivieron aquellos tiempos oscuros, sepan qué pasó y sean conscientes de que la democracia es una práctica que hay que ejercitar todos los días. La UNLP asumió un compromiso con el pasado y con el presente”, concluyó el presidente de la UNLP.
Por su parte, Verónica Cruz manifestó “la décima edición del Mes de la Memoria en la UNLP es sin duda la expresión del compromiso asumido por esta comunidad universitaria con la memoria y contra el olvido, por la construcción de una patria más justa y con la ampliación y fortalecimiento de lo público”.
“Fortalecer la democracia no es un simple movimiento intelectual-abstracto, ni una enumeración meramente declamativa, sino la puesta en juego de una praxis que promueve el reconocimiento y el ejercicio efectivo de los derechos y libertades fundamentales a quienes los encarnan”, dijo Cruz.
“Como comunidad universitaria tenemos la responsabilidad de habilitar espacios para el debate y la confrontación de ideas, que favorezcan una comprensión de la realidad en clave de complejidad”.
Y concluyó: “tenemos el deber de generar políticas que propicien una mayor igualdad, revalorizando saberes y experiencias para imaginar otros futuros sin naturalizar el sufrimiento humano injusto”.
En la oportunidad también se inauguró la Muestra “Universidad, memoria y democracia”, diseñada por el equipo de la dirección de Políticas de Memoria y Reparación de la secretaría de Derechos Humanos de la UNLP, a cargo de Guadalupe Godoy.
La apertura de la exposición estuvo acompañada de un panel del que participaron Diana Montequín, directora de Coordinación de Derechos Humanos de la Facultad de Artes, Martín Legarralde, vicedecano de Humanidades y Ciencias de la Educación y Patricio Lorente, secretario General de la UNLP.
La Muestra se propone como una herramienta formativa para estudiantes del nivel secundario y superior, con el objeto de aportar a la construcción de conocimiento histórico sobre la realidad nacional, el fortalecimiento de los procesos de memoria sobre el pasado reciente y la promoción de los necesarios debates sociales que deben anidar en toda sociedad a fin de fortalecer al sistema democrático en procura de la construcción de un futuro cada vez más igualitario, inclusivo y participativo.
Abarca centralmente el período que transcurre entre los últimos cuarenta años del siglo XX hasta la actualidad. El recorrido se encuentra organizado en tres grandes bloques temporales, que son al mismo tiempo unidades temáticas: un primer bloque con los antecedentes internacionales y nacionales que derivan en la dictadura cívico militar que se inició el 24 de marzo de 1976; un segundo bloque que comprende la dictadura propiamente dicha y su política de extermino, entendida como un genocidio reorganizador de las relaciones sociales para transformar la Argentina en clave regresiva y conservadora; y un último bloque que incluye el nuevo ciclo democrático en curso, con sus debilidades y fortalezas.
Estará abierta al público en general, pero especialmente, a estudiantes de nivel secundario y de la UNLP y rotará por distintas unidades académicas y espacios públicos de la región. Al igual que las experiencias realizadas con la muestra “Ana Frank”, tiene como propuesta distintiva la “educación entre pares” y es una apuesta al aporte de jóvenes en la transmisión de la memoria histórica. Por eso, se realizarán anualmente distintas ediciones de talleres para que los jóvenes que se formen como guías y luego acompañen, orienten e informen el recorrido y el contenido de la muestra.
La exposición podrá ser visitada en el Patio de Presidencia de la UNLP, calle 7 Nro 776 entre 47 y 48, hasta el 27 de marzo.