El 25 de Noviembre, la ONU establece la Conmemoración del Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer en reconocimiento a la valentía de las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa, "Las Mariposas" quienes fueron encarceladas, torturadas y asesinadas por orden del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana en el año 1960, por resistir y luchar contra ese régimen dictatorial.
La Comunidad Universitaria de la UNLP se suma como cada año a esta Conmemoración acompañando las actividades de sensibilización, visibilización y reflexión sobre el tema. Y en ese sentido, recuerda con mucho dolor a todas las víctimas de femicidio y especialmente a dos integrantes de nuestra comunidad asesinadas por este crimen de odio extremo contra las mujeres, Lucía Ríos Muller y Emma Córdoba.
Se destaca y refuerza el compromiso que como Universidad Pública sostenemos en la lucha y defensa de los derechos de las mujeres a vivir una vida libre de violencias. Ese trabajo nos convoca a revisitar la agenda de reivindicaciones, actualizarla y problematizarla, analizando la situación en la que nos encontramos en pos de renovar los esfuerzos desde una práctica política que fortalezca la organización para materializar la igualdad de derechos y de
condiciones de vida para las mujeres. Por eso nos pronunciamos públicamente, considerando ineludible modificar las tramas relacionales en un mundo que tradicionalmente ha marginado a la mitad de la humanidad por la única razón de su sexo.
En un Informe dado a conocer por el Movimiento de Mujeres de la Matria Latinoamericana, que releva datos publicados por medios gráficos y digitales del país desde el 1 de enero hasta el 17 de noviembre de 2017, se destaca que en los últimos 11 meses hubo 254 femicidios.
Este acto extremo llega tras sucesivas situaciones de violencia contra las mujeres, sostenidos desde las diversas expresiones que asume la violencia de género, muchas veces naturalizadas y no problematizadas.
Frente a esta realidad es importante reconocer que la violencia contra las mujeres es socialmente construida y culturalmente aceptada, y en consecuencia puede ser erradicada si se transforman las prácticas y discursos, evitando reproducir entramados sociales que desvalorizan y cosifican a las mujeres.
En tal sentido desde la UNLP continuamos trabajando en la profundización de la política contra la discriminación y la violencia de género expresada en los lineamientos del Programa Institucional contra la Violencia de Género y del Protocolo Específico, en el entendimiento de la responsabilidad ética de construir una comunidad universitaria libre de violencia, a partir de generar cambios en las relaciones interpersonales que erradiquen la discriminación y las violencias basadas en género, diversidad u orientación sexual.
