Con motivo de cumplirse 18 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López tuvo lugar este mediodía un acto homenaje que incluyó la colocación de una placa conmemorativa en el emblemático patio “Julieta Lanteri” del Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata.
El presidente de la UNLP, Martín López Armengol, acompañado por Rubén López -hijo de Jorge JJulio-, por la secretaria de Derechos Humanos y Políticas de Igualdad, Verónica Cruz; Guadalupe Godoy, directora de Políticas de Memoria y Reparación Histórica; el secretario General, Patricio Lorente; Rosa Schonfeld de Bru, madre de Miguel y titular de la Asociación Civil Miguel Bru; amigos y familiares participaron de la actividad en un nuevo aniversario de su desaparición.
López Armengol remarcó: “con esta iniciativa reforzamos el compromiso institucional que tiene la UNLP en defensa de los derechos humanos, con la memoria, verdad y justicia”.
“Esta causa nos trae un dolor inmenso a todos -dijo el presidente- por eso tenemos que seguir fortaleciendo nuestra democracia y en este sentido aún nos queda mucho por trabajar”.
El 27 de octubre de 1976, Jorge Julio López fue secuestrado, junto a otros compañeros. Fueron llevados a Arana y torturados. El 4 de abril de 1977, tras atravesar más de cinco meses en la condición de detenido-desaparecido, fue trasladado a la Unidad Penitenciaria Nº 9, donde fue “blanqueado” y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, hasta el 25 de junio de 1979.
Recién en los años 90, pudo contar lo que les había sucedido y a través de él, a la familia de Patricia Dell Orto. El 7 de septiembre de 1999, cuando la lucha de los organismos de derechos humanos permitió la apertura de los Juicios por la Verdad, declaró por primera vez. Su testimonio enriquecido por las averiguaciones que solitariamente realizó luego de su liberación, generó una inspección ocular en la zona de Arana, que constituyó un aporte fundamental en la reconstrucción de los lugares que funcionaron en La Plata como centros clandestinos de detención.
Tiempo después de su declaración, a pesar de las leyes de impunidad vigentes, el camarista Leopoldo Schiffrin solicitó a la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata que se citara a Miguel Osvaldo Etchecolatz a declaración indagatoria sobre casos aportados.
El 20 de junio de 2006, en el Salón Dorado de la Municipalidad de La Plata, se inició el juicio oral. Jorge Julio López brindó su testimonio el 28 de junio. Ese día relató lo sucedido con sus compañeros de la Unidad Básica, reivindicó la militancia de esos jóvenes universitarios.
Julio López desapareció, por segunda vez, el 18 de septiembre del mismo año, día que tenía previsto presenciar los alegatos contra su torturador, condenado 24 horas después. La desaparición se produjo en el contexto de la reapertura de los juicios por delitos de lesa humanidad, que habían estado paralizados durante dos décadas por las leyes de impunidad.