La alimentación configura un aspecto basal del desarrollo integral de los estudiantes. El comedor universitario cumple una labor esencial en el cuidado de su salud. A partir de un reclamo estudiantil, en 2004 la Universidad incorporó este servicio, con 600 menúes diarios. La intención era reivindicar y recuperar el uso tradicional de un espacio histórico de la casa de estudios. El crecimiento sostenido permitió ofrecer 1.200 almuerzos en el 2005, 2.400 en 2006 y 3.000 en 2007. En 2008 se incrementaron hasta llegar a los 4.000 menúes. La UNLP cuenta con un subsidio del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para financiar el costo del servicio, siendo la única universidad que cuenta con esta ayuda.
«Estamos en alrededor de 1.000 almuerzos, todos los días, en cada una de las cuatro bocas con las que cuenta el comedor. La cocina central está detrás de la Facultad de Ciencias Naturales, donde se procesan y se elaboran los alimentos, para luego trasladaron a las diferentes sedes, ubicadas en el Boulevard 120 entre 61 y 62, en el Club Universitario, en calle 46 entre 2 y diagonal 80; en el local de ATULP, en calle 44 entre 9 y 1 y en el Club Everton, en calle 14 entre 63 y 64. Allí se terminan de procesar los alimentos», describió el Director del Comedor Universitario, Guerino Carullo. Los almuerzos están equilibradamente elaborados, con el asesoramiento de la Cátedra de Sanidad y Tecnología de los Alimentos, de la Facultad de Ciencias Veterinarias, y de los nutricionistas del Programa PROPIA de la Facultad de Ciencias Médicas. Asimismo, los trabajadores encargados de la preparación de los alimentos asisten a cursos de bromatología, dictados por especialistas de la Municipalidad de La Plata. Las camionetas utilizadas para el transporte de la comida también se someten a los controles bromatológicos correspondientes.
«Los alumnos pueden comprar los tickets, cada 15 días, de lunes a viernes. Esta frecuencia temporal evita que los estudiantes pierdan tiempo haciendo cola para acceder al servicio. Los almuerzos se ofrecen en cuatro turnos desde las 11.30 hasta las 13.45. Se puede optar por comer en la sede de que se trate o retirar la vianda y hacerlo fuera del establecimiento». Para utilizar el servicio, los estudiantes deben presentar la libreta univer-sitaria, certificado de alumno regular o comprobante de inscripción en la UNLP, en caso de ser ingresantes.
Proyectos
Desde la Prosecretaría de Asuntos Estudiantiles adelantaron que se iniciarán gestiones ante el ministerio de Desarrollo Social de la Nación a fin de obtener los fondos para habilitar una nueva sede en el futuro complejo universitario del ex BIM III. Por otro lado, y para agilizar el mecanismo de ingreso diario en el Comedor Universitario, desde finales de agosto los estudiantes pueden gestionar en cada una de las cuatro sedes un nuevo carnet.
Más de 3.000 jóvenes ya tramitaron esta credencial única, de las cuales se entregaron 1.500 y en los próximos días se otorgará el resto. Se trata de una carné único que tendrá la foto del alumno y funcionará con un sistema rápido de identificación electrónica, disponible en las distintas puertas de ingreso. Por medio del código de barra se podrá optimizar el tiempo de los jóvenes que concurren a diario a almorzar, disminuir las colas que se forman a la hora del ingreso y mejorar el servicio integral del Comedor. Las autoridades de la Universidad explicaron que los fondos para financiar esta mejora en el servicio surgen íntegramente del presupuesto que la casa de estudios destina al área de Bienestar Estudiantil.
De cara al futuro, el Prosecretario de Asuntos Estudiantiles, Marcos Di Giuseppe, «el desafío más importante que tenemos por delante es seguir manteniendo los menúes a 1 peso y desarrollar un plan de crecimiento. Esto se traduce en la ampliación de la cocina y el salón del comedor central, de 122 y 60, y por otro lado sumar otra boca más, de similares características al comedor actual que nos permita duplicar la capacidad de alumnos que accedan a este beneficio. Para el 2010 nos planteamos llegar a entre 6.000 y 8.000 menúes y abandonar el precio actual. Para ello se establecerá una beca alimentaria. Además, se extenderá este beneficio para toda la comunidad universitaria, incorporando a docentes y no docentes y cobrando el costo real del almuerzo”.
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