Daniel Mariani

    Un niño que a los doce años se planta ante sus padres y reclama de modo tajante su derecho a elegir dónde hacer sus estudios secundarios es, sin dudas, un niño con carácter.

    El pequeño Daniel tomó esa decisión, un ejercicio pleno de su libertad: saber lo que se desea y actuar en consecuencia, no es poca cosa para nadie, menos aún a tan corta edad. Le comunicó a sus padres que no quería ir a un colegio donde ellos, ambos docentes de larga trayectoria, fueran conocidos. No quería ser “el hijo de”. Finalmente eligió, solito, el ciclo básico vocacional, una experiencia pedagógica de los primeros años de la década del 60. Aunque también allí muchos docentes conocían a sus padres: María Isabel “Chicha” Chorobnik de Mariani, egresada de la Facultad de Bellas Artes, profesora por más de veinticinco años del Liceo Víctor Mercante y jefa del Departamento de Educación Estética de la misma institución y a Enrique José Mariani, docente de Bellas Artes y fundador y miembro del Cuarteto de Cuerdas de nuestra Universidad.

    Daniel Mariani nació el 11 de enero de 1948, en Mendoza. Cuando tenía poco más de un año llegó a La Plata junto a Chicha, su madre, luego de que su padre ganara un concurso para integrar la Orquesta del Teatro Argentino. Durante gran parte de su infancia disfrutó de la naturaleza y de la tranquilidad de City Bell, en largas temporadas en la casa de sus abuelos maternos, un lugar ideal para un niño tan curioso como introvertido.

    Una vez finalizado el secundario y descartada la carrera de Física como opción, luego de algunas dudas, comprendió que la economía política era su vocación. Cursó en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata y egresó en 1972 con el título de Licenciado en Economía. Por entonces, ya estaban de novios con Diana Teruggi, quien -sofisticadas volteretas del destino- había sido alumna de Chicha Mariani en el Liceo Víctor Mercante; sentada en el primer banco, siempre atenta con sus doce años, es recordada aún hoy por su profesora.

    Apenas recibido, Daniel fue tentado de la mano de uno de sus profesores con una oferta de trabajo en el Consejo Federal de Inversiones, gracias a una beca de la Unesco para desarrollar sus actividades en Chile. Esta noticia precipitó el casamiento con Diana y el mismo día de la boda partieron a Chile, donde vivieron durante seis meses.

    La felicidad llegó a la familia el 12 de agosto de 1976, con el nacimiento de Clara Anahí, buscada con mucho amor luego de que, cuatro años antes, Diana perdiera un embarazo. La vida cambió y mucho en la casa de calle 30 entre 55 y 56, que habían logrado comprar el año anterior. Daniel trabajaba en Buenos Aires y la flamante madre, de 26 años, estudiaba Letras en la Facultad de Humanidades. El matrimonio compartía ideales políticos y militaba en la organización Montoneros.

    El 24 de noviembre de 1976, poco después de la una de la tarde, la casa fue atacada por fuerzas de la dictadura cívico-militar en un violentísimo operativo que duró cerca de cuatro horas. En ese ataque armado, asesinaron a Diana y a cuatro compañeros de militancia que estaban allí. Clara Anahí, de poco más de tres meses de vida, fue sustraída con vida por los represores. Daniel estaba en Buenos Aires.

    Después del horror siguieron varios meses de vivir en la clandestinidad. Se encontraba con familiares y amigos a veces por unos pocos minutos y en lugares descampados. Su padre, que había estado trabajando como docente en Italia, le insistió para que cuanto antes abandonara el país y partiera hacia Italia. Su madre, muy preocupada, también insistía. En uno de los últimos encuentros, Daniel les dijo terminantemente -como aquel nene de doce años que eligió su colegio secundario- que nunca se iría, que habían asesinado a su mujer, que su hija estaba secuestrada y, además, tenía un compromiso con sus compañeros de militancia.

    El 1º de agosto de 1977 fue asesinado por las fuerzas de seguridad en las adyacencias de 132 y 35. Luego de innumerables reclamos judiciales, su familia tuvo alguna noticia de su cadáver: supuestamente, estaría en una fosa común del cementerio local, aunque continúa desaparecido.

    La madre de Daniel, Chicha Mariani, aún busca a su nieta, Clara Anahí.