Desarrollan mapas temáticos que reflejan cambios ambientales producidos por la actividad agropecuaria

Los cambios producidos por el avance del modelo agrícola moderno contribuyeron al debate acerca del impacto ambiental que generan las diferentes actividades agropecuarias y sus nuevas tecnologías. Investigadores que trabajan en el Laboratorio de Investigación y Reflexión en Agroecología (LIRA), de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP diseñan, a partir de diferentes índices calculados, mapas temáticos que permiten visualizar el riesgo ambiental de las actividades agropecuarias en la provincia de Buenos Aires.

Cuando se habla de riesgo, entran en juego factores como la actividad productiva que se realice, sea agricultura extensiva (soja, maíz, trigo, etc.), horticultura, ganadería o producción mixta (ganadería y cultivos extensivos). También influyen entre las variables el modo o estilo de producción con el cual se realiza la actividad.

Para poder visualizar estos cambios en el laboratorio, se desarrollan índices que permiten cuantificar el efecto de cada actividad agropecuaria y los riesgos ambientales asociados al uso de diferentes agroquímicos (pesticidas y fertilizantes), como al cambio en el uso de la tierra. Estos índices representados en mapas temáticos elaborados mediante Sistemas de Información Geográfica (SIG) constituyen instrumentos apropiados para ayudar en la toma de decisiones y para definir políticas públicas a nivel provincial y municipal. Actualmente, los índices y mapas son elaborados en el marco de un proyecto PPID de la Universidad Nacional de La Plata.

El Doctor e Ingeniero Agrónomo Esteban Abbona, director del proyecto explicó: “el equipo viene trabajando en la elaboración de índices y mapas temáticos que permitan visualizar de manera clara el riesgo ambiental por el uso de pesticidas. Este riesgo está directamente asociado a la cantidad y toxicidad de los productos liberados y del planteo técnico asociado. También se desarrollan índices y mapas basados en cálculos de balances de nutrientes para visualizar si las actividades agropecuarias conservan o disminuyen el reservorio de nutrientes de los suelos de la provincia”.

Para la construcción de los índices de riesgo ambiental se realiza una recopilación, elaboración y validación de los planteos técnicos de los diferentes cultivos mediante consulta a expertos y referentes de la provincia. Con esa información se construye un índice de riesgo para cada cultivo y, posteriormente, un índice para cada partido en función de las proporciones de las superficies sembradas de cada cultivo. En estos índices se combina información de fuentes oficiales obtenida a través de censos, como también de revisión bibliográfica. Con los índices calculados se elaboran los mapas temáticos.

La investigadora Miriam Presutti trabaja en el proyecto y explicó cómo se elaboran los mapas que muestran los balances de nutrientes de diferentes cultivos y actividades agropecuarias, que visibilizan la pérdida de nutrientes en los suelos. “Esta pérdida se produce cuando la cantidad de nutrientes (N, P, K, Ca, S) que se extraen con las cosechas de los cultivos son mayores a las cantidades de cada nutriente que se reponen en la fertilización de los mismos o, para el caso del N, por el aporte que realizan los cultivos leguminosas (ej. soja). Para el balance de nutrientes se estiman las extracciones generados por los diferentes cultivos para cada partido de la provincia. Luego se calcula la reposición de nutrientes en cada cultivo en función de las dosis aplicadas y recabadas por diferentes organismos públicos y privados. Los balances estimados se representan en mapas temáticos. De esta manera, se visualiza si el manejo productivo conserva los nutrientes del suelo o si constituye un riesgo para la sustentabilidad de la actividad agropecuaria provincial.

Estos índices se están actualizando en función de los datos del Censo Nacional Agropecuario 2018. Una de las mayores dificultades de trabajar en esta temática es que las fuentes de información empleadas muchas veces provienen de elevamientos de organismos privados, de difícil acceso. Por eso es necesario avanzar con una política pública que permita relevar la información pertinente para estimar diferentes índices de riesgo ambiental en la provincia de Buenos Aires.

La primera experiencia en la elaboración de mapas temáticos asociados al riesgo ambiental se remonta al año 2015, cuando se elaboró un informe para la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.


En el mapa se observa el índice de riesgo ambiental agrícola por uso de agroquímicos, por partido del territorio bonaerense (DPPBA, 2015). A mayor valor de la escala (color más oscuro) mayor riesgo ambiental.