Determinan la eficacia de la vacunación con esquemas heterólogos contra el COVID-19

Recientemente se han publicado en la prestigiosa revista científica Cell Reports Medicine los resultados de un trabajo conjunto realizado por científicos y científicas del CONICET de distintos Institutos y Universidades, entre las que se  encuentra la Universidad Nacional de La Plata, y personal de hospitales públicos. El trabajo fue coordinado por el Ministerio de Salud de la Nación y ministerios provinciales.

El trabajo, en el que participaron investigadores pertenecientes a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP fue tapa de la revista y surgió en el contexto de la escasez global de vacunas durante la campaña de vacunación contra el COVID-19 y la necesidad de completar los esquemas de vacunación ante la llegada a nuestro país de la variante Delta. Este trabajo generó información científica que sustentó decisiones sanitarias para administrar las segundas dosis y dosis de refuerzo; además permitió en su momento solucionar el problema de distribución de vacunas en un contexto de escasez. La inequidad de la distribución en vacunas lamentablemente aún continúa: según los datos divulgados en el sitio Our World in Data el 12 de Agosto de 2022, sólo el 20,7% de las personas que habitan en países de bajos ingresos han recibido al menos una dosis de vacuna contra COVID-19 (https://ourworldindata.org/covid-vaccinations) y sólo el 68% de la población mundial ha recibido estas vacunas.

Tradicionalmente, en los esquemas de vacunación que requieren más de una dosis, la estrategia para completar el esquema inicial se realiza utilizando la misma formulación vacunal que la empleada como primera dosis (esquemas homólogos). Desde hace un par de décadas, sin embargo, se vienen realizando estudios que muestran que la estrategia de un refuerzo con una formulación vacunal distinta a la de la primera dosis genera una respuesta inmunológica más robusta (esquema heterólogo).

Así, este tipo de estrategia heteróloga de primera dosis y refuerzo (conocida como “prime-boost”), aunque compleja para las industrias farmacéuticas, se ha utilizado ampliamente en estudios de vacunas contra muchos patógenos, incluidos el virus de la inmunodeficiencia humana, el virus de la hepatitis C, el virus de la pseudorrabia y el virus del herpes. Ya en 1992 se divulgaban los primeros resultados sobre el empleo de la técnica de inmunización heteróloga en un modelo de primates no humanos con resultados muy alentadores desde el punto de vista inmunológico. Es por todo ello que cuando se decidió emplear esquemas heterólogos con las vacunas contra el COVID-19 en nuestro país y en otros, ya había soporte científico que lo sustentara.

Argentina, en base a estas evidencias y las obtenidas para COVID-19 en otros lugares del mundo, como el Reino Unido, tomó la decisión de emplear esquemas heterólogos. En paralelo, se propuso obtener evidencia propia sobre seguridad e inmunogenicidad de estos esquemas de forma tal de generar información sólida con potencial impacto en futuras políticas de vacunación no solo a nivel local sino también para otras regiones del globo, particularmente para aquellas que aún deben sobrellevar el problema de escasez de dosis.

Coordinado por el Ministerio de Salud de la Nación, un equipo interdisciplinario evaluó en 1314 voluntarios la seguridad, los títulos y la funcionalidad de anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 generados por 15 combinaciones vacunales y la respuesta inmune celular.

El total de los voluntarios y voluntarias se dividió en tres grupos según el esquema de vacunación recibido: los que recibieron una dosis de vacuna basada en adenovirus (por un lado, Sputnik V y por otro lado, AstraZeneca) y los que recibieron una dosis de vacuna basada en virus inactivado (Sinopharm). Luego se formaron diferentes subgrupos, a los que se les aplicaron segundas dosis basadas en plataformas vacunales diferentes a la recibida como primera dosis, por ejemplo, Sputnik V-Moderna (ARN); AstraZeneca-Moderna; Sinopharm-Sputnik V, etc. En total se dividieron a los participantes en más de 15 grupos con combinaciones de vacunas a evaluar.

Los resultados alcanzados mostraron que, en cuanto a la seguridad, la combinación de vacunas de las diferentes plataformas ensayadas no causó efectos adversos graves, hospitalizaciones, ni muertes. Más aún, la aplicación de esquemas heterólogos no se asoció a mayor frecuencia o intensidad de efectos adversos respecto de la aplicación de esquemas homólogos. Respecto de los niveles de los anticuerpos, los valores más elevados se detectaron en los individuos vacunados con Sputnik V, AstraZeneca o Sinopharm como primera dosis y la vacuna de Moderna como segunda dosis. Se constató además que aquellas personas que iniciaron su esquema con Sinopharm desarrollaron más anticuerpos tras la aplicación de Sputnik V, AstraZeneca o Moderna respecto de quienes recibieron una segunda dosis de la misma formulación (esquema homólogo).

Respecto de la actividad neutralizante, también se pudo observar que en los esquemas heterólogos los niveles fueron superiores a los detectados en los esquemas homólogos. Otro hallazgo importante, que está de acuerdo con otras publicaciones, es que si bien los esquemas heterólogos superan a los homólogos, los esquemas de dos dosis resultan insuficientes para hacer frente a la enfermedad causada por la variante Omicron y sus sublinajes.

En suma, las observaciones del estudio proporcionan información valiosa para decidir la mejor combinación de vacunas a aplicar en sistemas heterólogos durante la vacunación primaria, así como para la incorporación de programas de refuerzo. Completar esquemas de vacunación incluyendo los refuerzos es la urgencia del momento.

Los investigadores de la UNLP que participaron son:

Daniela Hozbor, Investigadora Principal del CONICET en la Facultad de Ciencia Exactas de la UNLP.

Guillermo Docena. Investigador Principal del CONICET del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP.

Rosana Toro. Hospital Interzonal General de Agudos San Roque.

Lorena Tau. Facultad de Ciencias Exactas, Universidad Nacional de La Plata.

Laura Delaplace. Facultad de Ciencias Exactas, Universidad Nacional de La Plata.

Martín Rumbo, Malena Ferreyra Compagnucci, Renata Curciarello y Gastón Rizzo. Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos de la Facultad de Ciencias Exactas, Universidad Nacional de La Plata

Link al trabajo:  https://doi.org/10.1016/j.xcrm.2022.100706.