La Universidad Nacional de Plata incorporó formalmente al Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), al conjunto de las más de 140 unidades de investigación que posee la casa de estudios. El organismo, hasta ahora dependiente del CONICET y la CIC, se transformó de este modo en Instituto de triple dependencia.
El Instituto Argentino de Radioastronomía, situado en el Parque Pereyra Iraola, se fundó en 1962 con el propósito de promover y coordinar la investigación y el desarrollo técnico de la radioastronomía y la astrofísica, así como colaborar en su enseñanza. Su primer radiotelescopio comenzó a operar en 1966, siendo pionero en América del Sur. Desde fines de la década de 1960 el IAR perteneció sólo al CONICET. La actual gestión a cargo del instituto decidió recuperar las dependencias originales y el año pasado se firmó un convenio con la CIC. Días atrás se incorporó oficialmente a la casa de estudios platense, lugar de procedencia de la mayoría de sus investigadores.
Para el Presidente de la UNLP, Fernando Tauber, la incorporación de este Instituto, “no hace más que reafirmar la política de nuestra universidad y de esta gestión de complejizar y densificar la red de unidades de investigación. De esta manera aumentan las capacidades de investigación básica, aplicada, trasferencia tecnológica y las respuestas a necesidades de nuestra región. Sin olvidar que, estas capacidades redundan en una mejora en la oferta académica de grado y de posgrado de nuestra casa de estudios”.
Por su parte el Doctor Gustavo E. Romero, Director del IAR e impulsor de la triple dependencia del instituto, remarcó que “formar parte de la universidad nos facilita la inserción en el sistema de ciencia y técnica nacional, dándonos un mayor respaldo académico”. Y agregó, “por otro lado es un acto de justicia ya que la enorme mayoría de nuestros investigadores y estudiantes provienen de la UNLP”.
La radioastronomía es una rama de la astronomía que estudia los objetos existentes en el Universo por medio del análisis de las ondas de radio que los mismos emiten. Otros aspectos inherentes a esta ciencia son el diseño de receptores de alta sensibilidad y el software que controla los radiotelescopios, permitiendo la adquisición de la información y el posterior análisis de las observaciones. Las técnicas empleadas en el uso de los radiotelescopios son a menudo utilizadas en otras aplicaciones fuera del campo que incluye a la investigación astronómica.
El IAR concentra sus esfuerzos en tres ejes principales de trabajo: la observación astronómica, la investigación y la transferencia de tecnología.
Desde el punto de vista de la observación, el Instituto cuenta con dos antenas parabólicas de 30 metros de diámetro dedicadas a la investigación radioastronómica. Entre otras cosas, son usadas para estudiar la emisión de estrellas de neutrones.
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Ambas antenas también están destinadas a la formación de recursos humanos. Estudiantes de las carreras de astronomía, física e ingeniería, así como pasantes internacionales, realizan prácticas de observación, procesamiento de datos de ciencia y manejo de instrumental en el instituto.
En el área de investigación el objetivo principal de la actividad científica es impulsar la astronomía y la astrofísica, y en particular la radioastronomía. La actividad teórica se centra en el estudio de los procesos radiactivos que se originan en objetos compactos, sistemas binarios de rayos X, remanentes de supernova, estrellas masivas y regiones de formación estelar, pero con fuerte interrelación con la actividad observacional. También se realizan investigaciones en gravitación, agujeros negros y cosmología.
Desde el año 2001 el IAR se ha propuesto como misión desarrollar y ejecutar proyectos tecnológicos de transferencia que aporten valor estratégico, tanto a los sectores públicos como privados. Generando y manteniendo fuentes genuinas de trabajo en el marco de un área auto-sustentable, fomentando la cooperación entre instituciones nacionales e internacionales y apoyando a la investigación mediante la formación de recursos humanos calificados. A lo largo de casi 20 años, el IAR ha realizado contribuciones tecnológicas importantes al programa espacial argentino, así como al sector de comunicaciones.
Cabe destacar que en el marco de la pandemia COVID-19, dos proyectos elaborados por el IAR recibieron financiamiento del Ministerio de Ciencia y Técnica e Innovación de la Nación y del CONICET La Plata.
Uno de ellos es un “cañón de ozono”, diseñado para desinfectar espacios públicos y vehículos. El dispositivo que permite generar altas concentraciones de ese gas, para luego esparcirlo en diferentes espacios públicos y eliminar de forma rápida, segura y eficiente virus, bacterias y gérmenes. El dispositivo se caracteriza por una avanzada tecnología de control que permite garantizar su efectividad.
El otro desarrollo son ventiladores mecánicos no invasivos de bajo costo y tecnología de control avanzada. Se trata de un sistema de ventilación mecánico de presión positiva, controlado por un microcontrolador (una minicomputadora incorporada al sistema).