Según la Organización Mundial de la Salud, la resistencia a los antimicrobianos surge cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a estos quimioterápicos, lo que dificulta el tratamiento de las infecciones, incrementa el riesgo de propagación de enfermedades y favorece la manifestación de formas graves de enfermedades y de muerte. A nivel mundial, es alarmante la rápida propagación de bacterias multirresistentes y panresistentes, conocidas como superbacterias, que ocasionan infecciones imposibles de tratar con los medicamentos antimicrobianos disponibles.
Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata participó de la primera cuantificación sistemática de utilización de antibióticos y otros medicamentos veterinarios empleados por los productores de leche y de cerdos en Argentina y se exploró sobre su relación con la aparición de bacterias resistentes a antimicrobianos.
En el trabajo, que se realizó desde el 2008 hasta la actualidad, investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias formaron parte del Proyecto “FARMS-SAFE: Future-proofing Antibacterial resistance Risk Management Surveillance and Stewardship in the Argentinian Farming Environment”. International Cooperation Application for Bilateral Research Projects CONICET-BBSRC, liderado por la Dra. Kristen Reyher de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Bristol, Inglaterra y el Dr. Rodolfo Luzbel de la Sota de la Facultad de Veterinaria de la UNLP y de CONICET.
La salud animal, humana, vegetal y ambiental están estrechamente entrelazadas y son interdependientes. Este concepto se denomina “Una Salud” y es el nuevo paradigma de trabajo. En muchas ocasiones se comparte la tierra, el agua y los microorganismos patógenos. Las bacterias resistentes, patógenas o no, pueden propagarse entre y dentro de las poblaciones animales, humanas y vegetales y diseminarse a través de las cuencas de agua, el suelo y el aire, colonizando en su camino a los animales silvestres. Un alto porcentaje de los patógenos que ocasionan enfermedades en el hombre también se encuentran en los animales domésticos o silvestres. Si se protege la sanidad de los animales y el medio ambiente, también se protege la salud humana.
En la actualidad, los equipos trabajan con una estrategia holística que permite abordar la resistencia antimicrobianos desde diversos aspectos que den respuesta a los propietarios y los productores, a profesionales de la salud, y principalmente a la comunidad.
Fabiana Moredo, una de las investigadoras de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP, explicó que “el fortalecimiento de la vigilancia es uno de los objetivos estratégicos claves descritos en los planes de acción mundiales y regionales; es esencial para aumentar la conciencia sobre el problema e informar las acciones de prevención de la resistencia a los antimicrobianos, las pautas de tratamiento y las medidas de seguridad de los pacientes”.
Entre los principales factores que favorecen el desarrollo y diseminación de la resistencia antimicrobiana, se encuentran el uso indebido de antimicrobianos, la falta de acceso a agua limpia, el insuficiente saneamiento e higiene tanto para las personas como para los animales, la adopción de medidas deficientes de prevención y control de las enfermedades y las infecciones en los centros de atención de salud y las explotaciones agrícolas, el acceso deficiente a medicamentos, vacunas y medios de diagnóstico asequibles y de calidad, la falta de sensibilización y conocimientos y el incumplimiento de la legislación, la falta de información, concientización, y difusión del riesgo que implica este fenómeno a todos los sectores sociales.
¿Cuál es el rol de los veterinarios para mitigar la resistencia a los antimicrobianos?
Los veterinarios, al estar en contacto con animales, propietarios y productores, deben garantizar el uso prudente y responsable de los antimicrobianos en los animales de compañía y de producción con la finalidad de preservar su eficacia, definiendo: cuándo y cómo utilizarlos, cómo elegirlos y prescribirlos correctamente, el registro de datos y promoción de capacitaciones.
Diferentes unidades de investigación de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP hace mucho tiempo que trabajan en relación a la resistencia antimicrobiana desde diferentes aspectos. En la actualidad, docentes/investigadores y becarios de cuatro unidades de investigación están involucrados en diversas líneas de estudio.
En el caso particular de la Cátedra de Epidemiología y Salud Pública y Cátedra de Medicina Porcina se aborda el uso prudente y responsable de antimicrobianos desde el punto de vista epidemiológico, promoviendo la implementación de medidas de bioseguridad y buenas prácticas de producción como estrategias para la aparición de enfermedades infecciosas y la no utilización de antimicrobianos con fines profilácticos.
Mientras que en el Laboratorio de Bacteriología y Antimicrobianos (LaByAn) se trabaja en el uso prudente y responsable de antimicrobianos desde una perspectiva bacteriológica. Se implementa el monitoreo de la resistencia antimicrobiana en animales de compañía y de producción y de aves y mamíferos marinos silvestres; ambientales como agua de arroyos que reciben desechos cloacales; y carne de cerdo y pollo obtenida de bocas de expendio minorista con la finalidad de determinar los mecanismos de resistencia bacterianos y su posible impacto en el ambiente y los alimentos de origen animal.
En este sentido en el Laboratorio de Estudios Farmacológicos y Toxicológicos (LEFYT) se profundiza sobre el uso prudente y responsable de antimicrobianos desde la farmacológica. Se focaliza en el estudio y desarrollo de alternativas a los antimicrobianos frente a patógenos bacterianos frecuentes (aceites esenciales de Melaleuca armillaris, romero, orégano, inhibidores de bombas de eflujo, moléculas antibiofilm, N-acetylcysteina), y el uso prudente de los antimicrobianos basado en pautas farmacocinéticas/farmacodinámicas.
En el Instituto de Investigaciones de Reproducción Animal (INIRA) se aborda el tema desde el punto de vista clínico-terapéutico. Sus líneas de investigación se enfocan en establecer parámetros clínicos de diagnóstico en especies animales como bovinos de leche de diferentes categorías, cerdos, y equinos, con el fin de tener resultados basados en la evidencia sobre el uso de antimicrobianos para el tratamiento de afecciones reproductivas.