La muestra itinerante “Libros que muerden” se exhibirá hasta el 8 de agosto.

    Hasta el 8 de agosto se exhibirá la muestra itininerante Libros que muerden: literatura infantil y juvenil censurada durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983), en el Hall Central y en la sala Víctor de Pol del Museo de la UNLP ubicado en el Paseo del Bosque de ciudad de La Plata.

    Esta actividad organizada por la Secretaría de Relaciones Institucionales, la Red de Museos de la UNLP y el Centro Cultural La Grieta, se define como: "una muestra de libros llena de ilimitada fantasía, parodia y humor irreverente para ser contada e incitarnos a reflexionar sobre la censura y la construcción de la memoria colectiva"

    Integrada por volúmenes de cuentos ilustrados, enciclopedias y manuales, se pueden observar los libros Picaflores de cola roja y La torre de cubos, de  Laura Devetach y también, ejemplares de autores nacionales: Aire libre y Juguemos en el mundo, de María Elena Walsh; El elefante ocupa mucho espacio y otros cuentos, de Elsa Bornemann y  El gallo pinto, de Javier Villafañe, entre otros. Hay también obras de autores internacionales: El Principito, de Saint-Exupéry y La niña que iluminó la noche, de Ray Bradbury.

    La propuesta está vinculada a  indagar en la historia reciente a través del arte y la literatura; conocer o recordar el universo ficcional de las décadas de los 60 y los 70, y generar lecturas para pensar el pasado y el presente y abrir preguntas acerca de por qué fueron censurados estos libros.

    Gabriela Pesclevi y Josefina Oliva, organizadoras de la actividad,  dicen al respecto:

    "La censura que pasó por los libros de literatura infantil fue degradante, absurda y demencial. Aunque para la lógica militar de esos tiempos todo lo que fuera colorado era sujeto de observación y desplazamiento. El método era siempre el mismo: informes de inteligencia acerca de los contenidos de la obra, informes sobre los autores y centralización en el Ministerio del Interior, donde se evaluaba la peligrosidad o inconveniencia de la publicación.

    La intención del trabajo fue aglutinar un material perdido, completamente disperso, en donde la construcción de los datos se van haciendo como en un cadáver exquisito, un poco por aquí y otro poco por allí. La idea fue compartir las lecturas más que recordar fechas. Intervenir en los textos, leerlos y luego comentarlos, es decir, pasar por sus contenidos y celebrarlos. Hay que celebrar que hayamos encontrado estos títulos, muchos aún en los fondos de las casas…"

    Cabe mencionar que en el marco de la muestra se dictarán talleres gratuitos vinculados a la temática.