Nuevo programa para el tratamiento y disposición final de las colillas de cigarrillos

    A través de un convenio a celebrarse entre laboratorios pertenecientes al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la UNLP, se buscará mitigar el impacto socioambiental asociado directamente al descarte de las colillas de cigarrillos generados en el ámbito de la Universidad, llevando una investigación en micorremediación vigente a escala de planta piloto de tratamiento.

    Este proyecto multidisciplinario estará enmarcado dentro del Programa UNLP+VERDE, perteneciente a la Prosecretaría de Políticas de Gestión Ambiental de la Presidencia, y será impulsado localmente por el Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI) el cual realizará su aporte tecnológico para la ejecución a mayor escala en operación real de la investigación realizada por el Laboratorio. de Micodiversidad y Micoprospección de la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (PROIMI), contando también con el apoyo del CONICET del cual dependen ambos institutos, y de la Universidad.

    La Universidad con este programa buscará estudiar y concientizar sobre la toxicidad e impacto de las colillas de cigarrillo, impulsando un tratamiento biológico seguro, mediante la biorremediación, utilizando aislamientos fúngicos nativos de Las Yungas de Tucumán. El producto tratado será reutilizado para otros posibles usos colaborando así con la economía circular. Asimismo, se prevé el diseño de un sistema de productos que permita una adecuada disposición: colilleros, planteamiento de un sistema logístico para la recolección y acopio transitorio; y una campaña para concientizar sobre la problemática ambiental de este tipo de residuos.

    Las colillas representan el residuo más abundante en la vía pública, alcanzando a ser hasta el 40% del total de residuos generado por la actividad humana. En su contenido se han detectado hasta 7.000 sustancias tóxicas, de las cuales más de 70 son sustancias cancerígenas. Además, pueden tardar entre 12 y 25 años en degradarse, y están compuestas por acetato de celulosa que se descompone en microplásticos. Por ello, se han convertido en uno de los mayores contaminantes del suelo y el agua en la actualidad, representando una amenaza significativa para la salud y el ambiente. Sorprendentemente, una sola colilla puede contaminar hasta mil litros de agua.

    LA INVESTIGACIÓN

    El tratamiento fue desarrollado por Lab. de Micodiversidad y Micoprospección de la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (PROIMI), asistiendo como proyecto de extensión a la Escuela ROU de Tucumán, pioneros en la recolección y acopio de colillas en la provincia, con el apoyo de la ONG Revolución Verde y el apoyo de concientización (Campaña Antitabáquica) a través del SIPROSA.

    El personal del PROIMI abocado a la investigó y seleccionó los hongos de la Yunga por su destacada capacidad para degradar compuestos xenobióticos (que no existen naturalmente) y reducir su toxicidad. Entre diversos aislamientos que mostraron potencial para el tratamiento de colillas, se seleccionaron los 3 hongos más promisorios en base a su capacidad para disminuir el volumen y la toxicidad de este residuo (según bioensayos), y el proceso continúa siendo investigado.