El arte del “jachkar”, por Arq. Juan Carlos Toufeksian

Se establece así una perfecta equivalencia entre la cruz de piedra y el edificio sacro, de la cual, el jachkar pasa a ser considerado el origen.
Cada jachkar guarda en sí la matriz de la iglesia y comunica al neófito los mismos principios de significación y valor.
La misma se perfecciona con el tiempo y la técnica de incisión le da una característica propia. Por ser cruz y piedra, es también altar, o sea la verdadera y real piedra del sacrificio por excelencia.
Los jachkar no fueron usados solamente en iglesias y monasterios. A partir de la temprana Edad Media, ellos fueron usados también como lápidas en cementerios.
Este monumento conmemorativo está compuesto de pedestal y jachkar. Se le dio forma definitiva durante el cristianismo. La Cruz simboliza la inmortalidad, la Roseta, es el símbolo de la eternidad, el frente es el centro religioso, el árbol de la vida, encuadrada con guardas lateralmente.
Cada pueblo, desde la antigüedad, erigió como signo de honor y adoración, monumentos monolíticos.
En el período Urartú (S. IX – VI a.C.) rescatamos la estela, una piedra cuadrangular con la parte superior redondeada, conteniendo inscripciones cuneiformes. Las estelas siempre apoyan sobre una base de piedra. Esta composición se conserva también en los jachkar.
Entre los varios tipos de jachkar, son famosos los llamados “amenaprkich” (del Salvador). Su nombre deriva del tema iconográfico que reproduce la Crucifixión y Resurrección  de Cristo.                 
El jachkar no siempre aparece solitario, se incorpora en la arquitectura de las iglesias y  en capillas conmemorativas incorporado en la composición general. Emerge así la funcionaria y polivalente del jachkar en el ingreso de la iglesia, en el “gavit”, en el cruce de caminos, sobre una colina, insertada en la arquitectura de la iglesia, esculpida sobre la roca. Los jachkar por su valor decorativo y por su forma madurada a lo largo de los siglos constituyen expresiones artísticas de primerísimo orden.
Cuando la fe del Cristianismo fue adoptada en Armenia en al año 301, surgió el desarrollo de un nuevo arte y el antiguo arte clásico Greco-Romano, dominante en todo tiempo, fue gradualmente transformado en un arte nacional armenio.
La piedra fue el material predominante en Armenia. Las piedras “duf” y basalto existen en abundancia en Armenia, extremadamente variables, fácil de cortar y apropiado para toda especie de ornamentación natural y para realizar esculturas en bajo y alto relieve.
El jachkar o cruz de piedra es un monumento dedicado, realizado en dos partes, una base rectangular de piedra y una cruz inscripta de plancha de piedra unida a la base.
Originalmente, los cuatro brazos de la cruz inscripta tenían igual longitud, pero a partir de la última parte del  Siglo XI, el brazo inferior aparece más largo. La cara posterior es lisa y pulida.
Las cruces de piedra pueden tener hasta un metro de ancho y dos metros cincuenta de altura, y son ricamente decoradas.
Estas delicadas esculturas de piedra representan tradiciones de más de 1700 años de artesanía armenia.
Esta forma es la vigorosa expresión de la energía espiritual de un pueblo, siempre luchando, que en la expresión del lenguaje artístico, tendrá la gran manifestación de su cultura nacional.