Las guitarras del Museo Azzarini vuelven a vibrar

Tras  varias décadas de silencio, dos antiguas guitarras pertenecientes a la colección del Museo de Instrumentos Musicales Emilio Azzarini de la Universidad Nacional de La Plata, volverán a sonar este viernes en un concierto gratuito a cargo de “El Paso dúo”. Se trata de las guitarras resonator, legendarios instrumentos del blue´s que se sumaron a la colección en el año 1964.
Las guitarras resonator representan verdaderas joyas de la historia de la música. Creadas por los hermanos Dopyera en los años ’20, tienen como particularidad un resonador metálico simple o compuesto, con cámara interna, colocado en el cuerpo del  instrumento. El objetivo es producir un mayor volumen sonoro, aunque conjuntamente se logró una sustancial modificación tímbrica. La idea tomó como base algunos modelos de banjos que poseían resonadores similares en la sección posterior de sus cajas armónicas. Han sido adoptadas por ejecutantes de blues y country music, pero con el paso del tiempo se han sumado algunos intérpretes de rock.
Las dos guitarras del Museo fueron recientemente refuncionalizadas y así, luego de muchos años tras las vitrinas, volverán a vibrar. El concierto que se ofrecerá este viernes a las 19.30 en la sede del Azzarini (45 Nº 582 e/ 6 y 7) se enmarca dentro del proyecto de puesta en valor de la colección. La actividad cuenta con la participación de la Cátedra Libre de Estudios Afroargentinos y Afroamericanos de la UNLP.
Según explicó la directora del Museo, Margarita Bouzenard, “la idea es promover que, a través de la muestra y la ejecución de nuestros instrumentos, la comunidad pueda conocer no sólo las sonoridades, sino también los aspectos identitarios de la música”. Y agregó “nuestra intención es ofrecer un Museo que, además de mostrar, suene”.
El paso dúo, integrado por Milagros Cavallo (voz) y Darío Maldonado (guitarra), interpretará mañana un repertorio de música folk y country blue´s. En esta oportunidad utilizarán las dos guitarras resonator –una marca National y otra marca Dobro-, de origen norteamericano de principios del siglo XX, patrimonio del Museo Azzarini.