El 13 de septiembre de 2013, por Resolución N° 808 y por iniciativa de la Secretaría de Extensión, fue creado el Archivo Histórico (AH) de la Universidad Nacional de La Plata. Hoy, dependiente de la Secretaría de Asuntos Académicos de Presidencia de la UNLP, se cumplen seis años desde que abrió sus puertas y puso a disposición de la comunidad toda la documentación pública que allí se protege.
Desde su fundación como el tercer archivo histórico universitario de la Argentina, se llevaron a cabo allí diferentes tareas que resultan fundamentales para el resguardo del acervo documental que ha producido y recibido a lo largo de su historia la prestigiosa universidad: se ha reunido documentación, se la ha identificado, clasificado y descripto, se la ha conservado y ordenado y se la ha difundido.
Actualmente las funciones del Archivo Histórico son identificar, describir y difundir la documentación producida por Presidencia de la UNLP, pero también las de coordinar y asesorar a los archivos de las facultades y de otras dependencias, contemplando el ciclo vital de los documentos. En este marco, el Archivo viene trabajando con el Archivo General del Colegio Nacional "Rafael Hernández", con el Archivo de la Dirección de Deportes, con Escuela Graduada "Joaquín V. González", con Mesa de Entradas y Archivo y Biblioteca de la Facultad de Trabajo Social, con Mesa de Entradas y Archivo de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, con la Dirección General de Construcciones y Mantenimiento, con la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, con el Bachillerato de Bellas Artes, con el Departamento de Graduados de la Facultad de Ciencias Veterinarias, con el Archivo Histórico del Liceo Víctor Mercante, con la Facultad de Bellas Artes.
Como todo archivo, debe destacarse, que tiene un triple objetivo social: como memoria institucional, como fuente de información para la investigación y, sobre todo, como garante de derechos. Dichos objetivos solo pueden cumplirse a partir de garantizar un derecho fundamental: el de saber, estrechamente ligado a lo público y a las buenas prácticas archivísticas. En este sentido, un documento guardado en un cajón bajo siete llaves, arrumbado en un depósito abandonado o conservado en excelentes condiciones de conservación pero al que nadie puede acceder, no tiene sentido sin un sujeto o una sociedad que lo valore.
En el Archivo Histórico todas las acciones apuntan a reconocer a la Historia y a la Memoria como piezas fundamentales e ineludibles de nuestro presente y de nuestro futuro.