Ya se cursa en el nuevo Centro de Carreras de la Salud

    Más de mil estudiantes comenzaron el lunes 4 de abril las clases en el Edificio del Ex Sanatorio de la Carne de Berisso, donde la Universidad Nacional de La Plata construyó un moderno centro de formación académica en disciplinas vinculadas a la salud. A las ocho de la mañana se pusieron en marcha las cursadas correspondientes a la Licenciatura en Obstetricia, la Licenciatura en Nutrición y la Tecnicatura en Prácticas Cardiológicas. Además está previsto que en los próximos meses comiencen a dictarse la Licenciatura en Enfermería, y las Tecnicaturas en Mecánica Dental y en Asistencia Odontológica.
    De esta manera, la casa de estudios platense puso en funcionamiento el primer centro de formación y atención de la salud de la región. Además del dictado de las carreras  de la Escuela Universitaria de Recursos Humanos del Equipo de Salud, y de las tecnicaturas de Odontología, funcionarán allí consultorios externos de primer nivel, que estarán al servicio de toda la comunidad.    
    Para poner en marcha esta iniciativa, la UNLP se encargó de llevar adelante las obras de remodelación y puesta en valor del Edificio del ex Sanatorio de la Carne, ubicado en calle 12 y 161 de la localidad de Berisso. Cabe recordar que este inmueble permaneció abandonado por más de 30 años, hasta que la Universidad tomó posesión del predio a principios de 2014.
    Según indicó la Directora de la Escuela Universitaria de Recursos Humanos del Equipo de Salud de la Facultad de Medicina, Gabriela Bisceglia, durante la jornada del lunes fueron unos 1.200 estudiantes los que pasaron por las flamantes aulas del tercer y cuarto piso del complejo edilicio.     
    Por su parte, el presidente de la UNLP, Raúl Perdomo, destacó que “hoy hicimos  realidad uno de los proyectos de desarrollo regional más importantes que ha encarado nuestra Universidad, porque somos una institución que busca crecer más allá de los límites de la ciudad para integrarse de manera plena con los municipios y la comunidad de la región”.
    Perdomo agregó finalmente que “la puesta en marcha de este centro de enseñanza de la salud  permitirá la llegada de estudiantes de la región y del interior de la provincia de Buenos Aires, pero especialmente para los jóvenes y la comunidad de Berisso representa una inmensa oportunidad”.
    El edificio del Ex Sanatorio de la Carne  tiene una superficie cubierta de 4.917,45 m2, distribuidos en seis plantas. La plata baja está destinada exclusivamente a los consultorios externos de atención a la comunidad, con un amplio hall de sala de espera. El primer y segundo piso está destinado a las prácticas académicas y actividades de formación de la Facultad de Odontología. En tanto, en las tres plantas restantes funcionan las distintas carreras de la Escuela Universitaria de Recursos Humanos del Equipo de Salud.
    Según adelantaron desde la UNLP, también está prevista para el futuro la puesta en marcha de otros proyectos que permitan ampliar los servicios de salud para la comunidad. En este sentido, la casa de estudios se propone montar un laboratorio para el desarrollo y fabricación de prótesis odontológicas sociales. También se analiza la posibilidad de organizar un taller de producción de cepillos de dientes para entregar en forma gratuita a los vecinos de la región.
    Como centro de salud y de enseñanza, el edificio contará con aulas y auditorios para actividades académicas, pero además se instalarán sillones odontológicos para prácticas y atención a la comunidad, laboratorios, salas de esterilización y hasta un sector equipado con cocinas de tipo industrial para las prácticas de los alumnos de la carrera de Nutrición.
        
    De edificio abandonado a complejo educacional

    El edificio del ex Sanatorio de la carne se construyó a mediados de la década del ´70, y cerró sus puertas definitivamente a mediados de los 80. Abandonado por más de 30 años, el inmueble, aunque permaneció intacto en su estructura, sufrió importantes daños en terminaciones, instalaciones y acabados, producto del paso del tiempo y el vandalismo. Incluso, las plantas superiores registraron enormes daños causados por la invasión de palomas, murciélagos y roedores que coparon gran parte del edificio.
    A partir de la toma formal de posesión del inmueble, en abril de 2014, la UNLP encaró un plan de remodelación integral y puesta en valor de aquella postal del abandono para transformarla en una sede universitaria.
    Al respecto, el vicepresidente del Área Institucional de la UNLP, Arquitecto Fernando Tauber detalló que “los trabajos comenzaron con una titánica tarea de limpieza general. Luego se avanzó con las primeras medidas para preservar el edificio: colocación de rejas exteriores en el perímetro, reposición de todos los vidrios de las ventanas e instalación de una malla metálica en las carpinterías exteriores para evitar intrusiones y roturas de vidrios. Posteriormente se reparó e impermeabilizó la  azotea para poner fin al daño causado por las filtraciones de agua”.  
    Según detalló Tauber, en el interior del edificio se realizó una puesta en valor que incluyó el recambio de las instalación eléctrica, la renovación de toda la instalación sanitaria (incluyendo bombas de elevación) y reposición de artefactos. Además se cambiaron los tres ascensores y se reemplazó el 40% de los pisos existentes. Las tareas alcanzaron también el arreglo de cielorrasos, y la reparación de los revoques interiores y exteriores, para posteriormente realizar un proceso de hidrolavado y pintura.

    Una historia de 40 años

    El Sanatorio de la Carne dependió en sus inicios de la Obra Social de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria de la Carne, y se construyó en tiempos en los que el frigorífico Swift aún se encontraba en funcionamiento.
    Si bien la piedra fundamental y de inicio de las obras se colocó en 1972,  su inauguración se concretó recién el 17 de agosto de 1978, fecha en que comenzó a funcionar como policlínico, elogiado por sus comodidades y equipamiento. Su destino original fue albergar un sanatorio médico con una infraestructura que cubriera áreas de maternidad, diagnóstico clínico y químico, cirugía e internación.
    El cierre de las plantas frigoríficas locales derivó en su caída libre y posterior cierre. Como sanatorio, el edificio dejó de funcionar en 1983, aunque por algunos pocos años más se ofreció la atención de consultorios externos de unas pocas especialidades.