Partenón, Patrimonio Arquitectónico de la UNLP

El Partenón es uno de los más antiguos y tradicionales edificios pertenecientes al patrimonio histórico, arquitectónico y cultural de la Universidad Nacional de La Plata. Después de años de paulatino deterioro, y en el marco del Plan de Obras que viene llevando adelante  la UNLP, el clásico edificio ubicado en 50 y 117 ha sido restaurado y puesto en valor, y vuelve a ser, plenamente a partir de ahora, uno de los más importantes ámbitos educativos, deportivos y recreativos de la ciudad.
Las obras comenzaron a realizarse en 2011, con la intención de rescatar una de las joyas arquitectónicas de la Universidad. Si bien nunca dejó de funcionar, el Partenón de la UNLP pasó con el tiempo a tener distintos usos y a ser, a fuerza de abandono, un edificio casi olvidado por la mirada platense. La intervención llevada a cabo permitió recuperar este emblemático lugar que forma parte del patrimonio histórico que la Universidad Nacional de La Plata le brinda a nuestra ciudad.
En total, la obra realizada contempló la recuperación de 400 metros cuadrados y demandó una inversión de 2.227.706 pesos. Las tareas que buscaron poner a nuevo -aunque conservando el estilo original- el edificio ubicado en 50 y 117 estuvieron centradas en la nave central ubicada en el piano nobile (plano noble), situado a 1,60 metros del suelo y al que se accede por dos escaleras ubicadas en los extremos del edificio, el que da a la pileta olímpica y el que mira a las canchas de fútbol.
La superficie de intervención en la zona de vestuarios es de 320 m2, mientras que el piano nobile es de 330 m2. Para alcanzar la necesaria puesta en valor del edificio, se restauró la envolvente, reconstruyendo todas las molduras y ornamentos característicos de la época. El trabajo fue casi artesanal, ya que debieron respetarse tal cual lucieron a principios del siglo pasado.
Asimismo, se hicieron trabajos en la cubierta de la edificación, y se retiró un tanque de reserva de agua que desnaturalizaba el aspecto original del Partenón. Además, la obra de recuperación contempló la incorporación y la redistribución de los vestuarios en el subsuelo del Partenón, reacomodando los de hombres y mujeres y contemplando las necesidades de los niños que asisten a la colonia de vacaciones, como así también de las personas discapacitadas.
El proyecto de recuperación del inmueble también incluyó la adecuación de su salón principal, con el fin de que funcione como gimnasio e incorpore la función de Salón de Usos Múltiples. Para ello, se lo acondicionó climáticamente y se trabajó en su iluminación.

Accesibilidad

Además, el Partenón fue adaptado para el libre acceso de todas las personas que lo utilicen. Los numeroso ámbitos de uso de la construcción se ubican en distintos niveles respecto del 0,00 del edificio, por lo que fue necesario colocar una plataforma elevadora de sillas de ruedas, contribuyendo a que todos los espacios sean accesibles. Además, se incorporó un sector de sanitarios adaptados. El piano nobile del Partenón se encuentra a aproximadamente unos 1.60 metros de la vereda. Esto significa que para acceder al salón principal hay que subir la escalera, y para llegar a los vestuarios hay que descender.  De esta forma, la UNLP continua profundizando su plan de desarrollo edilicio, profundizando una política de accesibilidad que se plasma en todas las obras que se llevan adelante en la institución.

Un poco de historia

El Partenón platense, ubicado en calle 50 y 117 del Paseo del Bosque, fue diseñado por los arquitectos Olmos y Massini y construido en 1905 como gimnasio. De estilo neoclásico, constituye una pieza única ya que es una réplica del Partenón griego.
Formaba parte del conjunto del Colegio Nacional Modelo (junto con el departamento de Física y los internados, hoy facultades de Ingeniería y Ciencias Exactas) desarrollado por Joaquín V. González. Actualmente forma parte del predio de la Dirección General de Deportes de la UNLP , donde estudiantes y vecinos de la ciudad realizan actividades de gimnasia artística y destreza.
Este edificio de 350 metros cuadrados sufrió alteraciones a lo largo del tiempo, ya que a partir de 1920 pasó a funcionar como Gabinete de Física del Colegio Nacional y comenzó así a alojar los instrumentos que en ese entonces hacían del Departamento de Física de la UNLP, uno de los bastiones más prestigiosos de la ciencia argentina, tanto que el propio Albert Einstein quiso conocerlo y dar una charla durante su visita a La Plata en abril de 1925.
En las fotos de las primeras décadas del siglo pasado se ve al imponente edificio levantado en medio de una tierra donde todo estaba por hacerse. Distinto al Partenón de la Atenas de Pericles, que refleja en su arquitectura el extraordinario florecimiento cultural, de las artes y del pensamiento que alcanzó Atenas durante el siglo V a.C. y que culminó con la implantación de la democracia, el Partenón platense, más acá en el tiempo y el espacio, no tenía semejante historia ni pasado sobre sus cimientos y columnas sino una vastedad de proyectos sobre su futuro, como un desafío o como una promesa que ahora, mucho tiempo después, vuelve a cumplirse.

Fernando Tauber: “Tenemos un verdadero plan de recuperación de nuestros edificios”

La UNLP cuenta con un verdadero plan de recuperación de los edificios universitarios de valor patrimonial. Empezamos en su momento con aquellos que estaban en estado crítico, como el Liceo Víctor Mercante y el Colegio Nacional; luego continuamos con el Instituto de Física, el Decanato de Exactas y su Departamento de Química; pusimos en valor el centenario edificio del Rectorado, el Museo de La Plata, y el  Partenón.

Con mucho esfuerzo, en pocos años la Universidad recuperó algunas de sus joyas  patrimoniales más preciadas y permitió su uso pleno y disfrute, en una ciudad que se caracteriza, valora y enorgullece por  la presencia y calidad de sus edificios públicos.

La recuperación del Partenón forma parte de un plan integral para el área que comprende la renovación de las viejas instalaciones del  Instituto de Educación Física de la UNLP y la demolición en ese predio de una serie de construcciones sin uso -o que serán trasladadas a  nuevos espacios-. La más importante es el edificio administrativo del IEF sobre calle 50, que permitirá la construcción de una gran plaza de acceso al Partenón, y un mayor reconocimiento de su presencia.