Pasaje del Bicentenario y Centro de Convenciones

A comienzos del 2014 la UNLP puso en marcha un proyecto arquitectónico que propone jerarquizar la manzana de 6, 48, 7 y 47. A partir de la mudanza de la Facultad de Psicología concretada en 2012 y el traslado de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación al predio del Ex Batallón de Infantería de Marina N° III ubicado en avenida 122 y 50 de Ensenada, se comenzó con la construcción de un sector peatonal de uso público que será bautizado como Pasaje del Bicentenario.

En el marco del Plan de Obras de la UNLP, se proyectó una inédita intervención arquitectónica que promete modificar sustancialmente el paisaje urbano de una de las manzanas más emblemáticas de la ciudad. La intervención incluye la demolición parcial de los primeros tres pisos del edificio Tres Facultades para construir un pasaje peatonal amplio y luminoso entre este edificio y el Rectorado, sede central de la presidencia de la Universidad. La obra tiene un presupuesto oficial de 19.496.000 pesos. {{choique_article:6500}}.

La refuncionalización del inmueble generará además un impacto positivo en el centro platense, ya que se descongestionará el tránsito peatonal y vehicular ocasionado por una población de cerca de 20 mil estudiantes, docentes y no docentes que día a día transitan por la zona.

La intervención arquitectónica transformará radicalmente la imagen del flamante edificio “Sergio Karakachoff” (ex Tres Facultades). La vieja mole de cemento dará lugar a un moderno frente completamente vidriado y luminoso, que ofrecerá una vista panorámica de las calles 48 y 7 y modificará sustancialmente la escenografía urbana de toda la cuadra. Se remodelará además el acceso principal del inmueble al que se ingresará por una gran escalera que conducirá a un atrio semicubierto y desde ahí se accederá al hall principal y centro de exposiciones del edificio”.

Las intervenciones permitirán vincular con una secuencia espacial de jerarquía la calle 48 con el Pasaje del Bicentenario, el edificio Sergio Karakachoff y la Facultad de Ciencias Económicas.

En la planta baja e levantará también una cafetería con capacidad para más de 100 personas, que junto con la terraza del bar presidirán la esquina de calle 7 con amplia vista hacia los jardines del Rectorado, el banco Nación y la calle 48, desde donde se podrá observar todo el movimiento peatonal de la intersección de ambas calles céntricas.

El avance de las obras

La obra de demolición comenzó en el sector definido entre la escalera central del ex “Tres Facultades” y el lateral de Ciencias Económicas.  Luego continuó hacia la esquina de calle 7. Las tareas de desmonte de las losas de la primera, segunda y tercera planta del edificio, permitieron que la porción de la fachada del Rectorado que da hacia 48 quedara expuesta y volviera a recibir luz natural.

Con martillos neumáticos se demolieron en total unos 2 mil metros cuadrados  del edificio céntrico, desde el primer subsuelo hasta el tercer piso y los trabajos continúan con la ejecución de las losas para construir el Pasaje del Bicentenario.

Actualmente las obras están centradas en la construcción de un nuevo núcleo circulatorio vertical (que incluye una escalera y dos ascensores) que va desde el cuarto subsuelo hasta el tercer piso.

Asimismo se trabaja en la colocación de las carpinterías de la nueva fachada -resultante de la demolición- que da hacia el edificio de la Presidencia de la UNLP.

Otras etapas

El Plan de Obras de la UNLP proyecta un nuevo destino para el ex edificio de Humanidades  que se transformará en un gran Centro de Convenciones y sede de posgrado que contará con 57 aulas que podrán ser utilizadas por todas las facultades. Se construirá también un espacio cultural de más de mil m2 de superficie  y un centro de convenciones con 20 salas de distintos tamaños, ambos alojados en el subsuelo del edificio.

El histórico edificio de la Presidencia de la UNLP fue construido en 1883 para ser sede del Banco Hipotecario Provincial, sobre una avenida pensada como el ámbito de las entidades financieras. Si bien no fue un palacio fundacional, su construcción lo asimiló a otros de la época que habían estado regidos por estrictos concursos internacionales. Entre otros puntos, se había establecido que esos edificios estuviesen rodeados por jardines perimetrales.
Fue el caso más emblemático de pérdida de esos espacios verdes, a los que el uso cotidiano había convertido en lugares de apropiación pública. Como consecuencia, el Rectorado y el inmenso edificio de Humanidades quedaron sólo a un metro de distancia. Esta situación genera hasta hoy problemas de habitabilidad, luminosidad, ventilación e infraestructura.