Se inauguró el patio interno del Liceo

La Universidad Nacional de La Plata culminó los trabajos de acondicionamiento y puesta en valor del patio de una de las joyas del patrimonio arquitectónico platense: el Liceo Víctor Mercante. La obra fue inaugurada esta mañana con una ceremonia oficial de la que participaron el vicepresidente Institucional de la UNLP, Fernando Tauber, la vicepresidenta Académica, Ana Barletta, la directora del Liceo, Constanza Erbetta, la ex directora Nora Sémplici, decanos, docentes, alumnos, ex alumnos, directivos de los demás establecimientos educativos y autoridades universitarias. 

De esta manera, se completó la obra de recuperación integral del histórico edificio, que comenzó hace una década y permitió volver a poner en valor el inmueble ubicado en una manzana céntrica de la ciudad.  

Las tareas que se realizaron en unos 230 m2 de superficie tuvieron tienen como objetivo la renovación integral de toda la superficie a cielo abierto, más las fachadas, pisos y carpinterías linderas a ese espacio, junto con la adecuación general de todas las instalaciones. 

“Los trabajos completaron la restauración iniciada hace una década en el inmueble de diagonal 77 entre 46 y 47, que logró concretar  un viejo anhelo no sólo de la comunidad universitaria sino de toda la ciudadanía platense al ver renacer uno de sus patrimonios históricos más importantes”, dijo el vicepresidente institucional, Fernando Tauber. Y agregó “hace 10 años este emblemático edificio de la ciudad de La Plata estaba abandonado y al borde de la demolición, hoy gracias al esfuerzo de toda la comunidad estamos materializando un sueño que pocos creían posible”.   

“El patio tiene un significado de encuentro, de diálogo, de discusión, debate y participación. Verlo hoy funcionando a pleno nos llena de alegría y tiene una importancia simbólica trascendente para una comunidad comprometida por lograrlo”.

La directora del colegio, Constanza Erbetta, destacó que "el proceso de recuperación del edificio, impulsado particularmente en los últimos años, durante la gestión de Fernando Tauber, es indisociable del proceso de democratización y ampliación de derechos políticos, y de la jerarquización del nivel de pregrado dentro de la Universidad Nacional de La Plata".

“Inaugurar este espacio significa abrir un lugar de encuentro donde lo que perdura es el territorio de lo posible si nos ponemos a pensar que estuvo tanto tiempo clausurado”, agregó la funcionaria del colegio. 

Más de 800 mil pesos se destinaron por la UNLP para recuperar el patio interno del Liceo que permitirá a los alumnos utilizar en los recreos este ámbito que fue remodelado por completo.

Sobra la obra del patio, Tauber explicó que “los trabajos incluyeron la demolición de pisos y contra pisos existentes, limpieza general de la superficie, renovación de cañerías pluviales en piso hasta cámaras existentes, colocación de tapas nuevas, reconstrucción de contra pisos, relleno del patio, colocación de pisos”.

La intervención también contempló la reparación general de los revoques, pintura, recuperación y construcción de escaleras, revisión de la instalación eléctrica y colocación de artefactos, colocación de árboles y hasta la construcción de una rampa para discapacitados.

 

UN POCO DE HISTORIA

El edificio, ubicado en la manzana irregular comprendida por la diagonal 77 y las calles 46, 4, 5 y 47 de La Plata, formó parte del primer plan de inmuebles escolares elaborado después de la fundación de la ciudad. Diseñado por el arquitecto Carlos Altgelt, se construyó en 1886 y a lo largo de casi 130 años tuvo distintos usos y habitantes.

A partir de 1931 albergó al Liceo de Señoritas, fundado por Víctor Mercante en 1907. Durante la última dictadura existió la orden de demolerlo, y el colegio debió trasladarse a otras dependencias de la UNLP, donde permanecería 25 años. Mientras tanto, se fue forjando un proceso de lucha para recuperar la antigua sede del Liceo, sobreviviente de aquel intento de demolición, testigo de sucesivas mudanzas y de abrazos simbólicos de toda una comunidad educativa, y muy deteriorado.

El esfuerzo compartido por la UNLP, por distintos actores del Estado provincial y municipal y por docentes, no docentes, estudiantes, ex alumnos y la asociación cooperadora del Liceo, es parte fundamental de esta historia: de la cesión del edificio desde la provincia de Buenos Aires -poseedora del inmueble- a la UNLP; de su reconocimiento como patrimonio histórico; y de la concreción de las distintas etapas de su recuperación que el patio interno ahora completa.

El proyecto para poner en valor al Liceo fue elaborado, a pedido de la Dirección de Obras y Mantenimiento de la UNLP, por los arquitectos Ana Ottavianelli, Fernando Gandolfi y Eduardo Gentile. Las tareas, realizadas en distintas etapas en una superficie de 3.700 metros cuadrados en tres niveles, incluyeron construcción o reconstrucción de mampostería, pisos, techos, cielorraso, fachada, sanitarios, aulas, buffet, dependencias administrativas y laboratorios, impermeabilización de la cubierta total y consolidación estructural del edificio, recuperación del muro perimetral de las calles 5, 47 y 46 y colocación de rejas y portón sobre el acceso principal, entre otras cosas.