La Universidad Nacional de La Plata tendrá este año un ahorro importante en los gastos destinados al pago de la energía eléctrica. Es que desde hace unas semanas, puso en marcha un programa de reemplazo de lamparitas incandescentes por lámparas de bajo consumo que apunta, en primera instancia, a reducir los gastos de consumo eléctrico en todas las facultades y dependencias de la UNLP. Estas y otras acciones están comprendidas dentro del Programa Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía (PRONUREE).
Según detallaron desde la secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios de la UNLP, dentro de las acciones previstas en ese programa está incluido el reparto de 10 mil lámparas en todas las unidades académicas, colegios y dependencias. Se trata de unidades de bajo consumo marca Philips de 18 watts (equivalente a 80 watts en bombillas incandescentes) y luz clara. Cada una tiene una vida útil promedio de 8 mil horas y alcanza un ahorro energético de hasta un 80 por ciento.
La Universidad de La Plata gasta cerca de 3 millones de pesos anuales en consumo eléctrico. “Si bien no podemos calcular a priori exactamente cuánto se reducirá el consumo, si tomamos en cuenta las mediciones oficiales sobre edificios públicos que ya implementaron este mecanismo, el ahorro puede oscilar entre un 15 y un 20 por ciento”, explicaron desde la secretaría de Planeamiento.
Además de las 17 facultades y los cinco colegios, también están incluidos en el programa el Rectorado, el Albergue Universitario, el Comedor, la Biblioteca Pública, la Radio, la Editorial, el Jardín Maternal y los más de 140 centros e institutos de investigación.
Para poner en marcha el programa de reemplazo de lámparas, la UNLP estableció un acuerdo con el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, a través de su coordinador de asuntos institucionales, Horacio Schiaffino. De esta manera, la Universidad recibió las 10 mil lámparas de bajo consumo que está distribuyendo entre las dependencias.
El prosecretario General de la UNLP, Marcos Di Giuseppe, indicó que “como institución de educación superior asumimos el compromiso de hacer un uso racional de la energía, no sólo por el beneficio económico que puede significar para nosotros; también estamos convencidos de que cuidar nuestros recursos energéticos es una forma de mejorar nuestra calidad de vida”.
Di Giuseppe explicó además que “si bien esta es la faceta más visible del programa de ahorro energético, la UNLP ya viene tomando medidas que apuntan al uso eficiente de la energía, como la regulación de los acondicionadores de Aire a 24ºC, y el apagado de la iluminación ornamental durante la noche”.
Las autoridades universitarias señalaron que ya se iniciaron las gestiones para avanzar hacia una segunda instancia del programa, que prevé la entrega de lámparas de bajo consumo a docentes y no docentes. La iniciativa incluiría a más de 12 mil trabajadores de la casa de estudios. Además, en el futuro, se pretende hacer extensiva la medida a todos los estudiantes de grado.
De qué hablamos cuando hablamos de bajo consumo
Según informó la secretaría de Energía del ministerio de Planificación de la Nación, una lámpara tradicional de 100 W (que cuesta unos $2.5) proporciona la misma luz que una lámpara de bajo consumo de 20 W (que cuesta unos $17). En un período de un año, y teniéndolas encendidas 5 horas diarias, el consumo de cada una será de 182.500 Wh para la lámpara común, y de 36.500 Wh para la de bajo consumo.
El cálculo oficial establece que, suponiendo que el kWh cuesta 0,043$ (costo variable), el gasto de facturación por 182.500 Wh será de 7,8 pesos; en tanto, el gasto por los 36.500 Wh de la lámpara de bajo consumo será de apenas 1,5 pesos. En conclusión, se produce un ahorro de 6,278 pesos por año mediante la lámpara de bajo consumo.
Otras medidas para un uso racional de la energía
Además como parte de este programa tendiente a reducir los consumos en dependencias y edificios universitarios, el área de planeamiento de la UNLP reemplazó tres transformadores de media tensión, por equipos de baja tensión. Y el programa prevé el recambio de otros cuatro aparatos que permiten optimizar, mejorar y reducir el uso de la energía.
Son instrumentos que aportan energía “confiable y económica”, según explicaron los técnicos. Con esas modificaciones en la infraestructura energética, se abarcarán todas las dependencias de la UNLP, tanto en el centro como en el bosque de la ciudad.