Los claustros están en estado de debate permanente. Con una activa participación de todos sus actores, la Universidad Nacional de La Plata continúa trabajando para reformar su Estatuto. Se trata de la modificación más profunda que se realiza en la Norma Principal de UNLP desde su fundación, en 1905. El Presidente de la Universidad, Arquitecto Gustavo Azpiazu, firmó en 2007 una resolución para crear la Comisión para la Reforma del Estatuto, constituida por 31 integrantes en representación de todos los sectores universitarios, un delegado de cada una de las 17 facultades, dos por cada estamento gremial (FULP, ADULP y ATULP), uno por cada colegio del sistema preuniversitario (incluyendo la Escuela Graduada Joaquín V. González) y tres por la Presidencia. A partir de los ejes temáticos que formarán parte de las modificaciones estatutarias, se diagramaron las comisiones que son coordinadas por entre 4 y 5 decanos.
El Vicepresidente de la UNLP, Raúl Perdomo, explicó que «es importante hacer hincapié en la mecánica que el Estatuto establece para su reforma, asociado con el trabajo de estas comisiones. La lista de artículos a ser reformados la aprueba el Consejo Superior. No es posible llegar a la asamblea e intentar debatir un artículo que n no haya pasado por esta instancia de aprobación. El Consejo actúa de este modo como organizador del trabajo. En diciembre del año pasado, el HCS aprobó una serie de artículos y los remitió a distintas comisiones para que sean debatidos en profundidad».
Para el futuro de la UNLP es positivo el intenso ritmo de trabajo que se viene desarrollando en estos últimos meses, donde se involucraron activamente todos los sectores de la institución. Un número importante de asambleístas, las agrupaciones estudiantiles y los gremios reflexionan sobre los principales temas en discusión. Entre 40 y 60 personas conforman cada una de las comisiones, lo que significa que el debate de fondo de la modificación del Estatuto universitario lo llevan adelante alrededor de 200 personas.
Un mecanismo democrático
La participación de los estudiantes es uno de los ejes centrales del proceso de Reforma. El vicepresidente Perdomo considera que «si este sector universitario de cogobierno no se hubiese involucrado de la manera activa con que lo está haciendo, el debate sería incompleto y, por ende, el proceso de reforma no reflejaría la realidad de la UNLP en todas sus dimensiones. Esto no quiere decir que vayamos a estar de acuerdo en todo aquello que está en discusión, pero se van a hacer los máximos esfuerzos para que los temas lleguen a la Asamblea con el mayor consenso posible».
El mecanismo de la Reforma contempla que todos los sectores planteen sus posturas sobre cada uno de los artículos. Por iniciativa de alguna de las comisiones, se solicita a los participantes que manifiestan opiniones concretas, que las hagan llegar por escrito. De este modo, se pueden distribuir al resto de sus miembros. El objetivo es generar un debate en base a documentos concretos, más allá de los discursos de los participantes.
En esta instancia entran en juego tanto los artículos como los temas habilitados por el Consejo Supe-rior. La coordinación de la comi-sión podrá de este modo agrupar a los actores de acuerdo con sus posturas sobre cada tema y llegar al máximo consenso posible, que es el objetivo principal del proceso de reforma estatutaria.
Las opiniones que surgen en las comisiones se remiten al Consejo Superior para su tratamiento. «Este cuerpo habilita la discusión de estos temas, a partir de los cuáles aún no se pueden realizar modificaciones del Estatuto. Si hay acuerdo en el marco de la comisión, se le pide al Consejo Superior que los habilite, porque hay consenso acerca de la entidad estatutaria de esos temas. El sector que propone un tema tiene que trabajar sobre el mismo, ponerlo por escrito y convencer al resto de la comunidad universitaria que merece ser introducido en el Estatuto. Para esto deben pasar por el Consejo y volver a la comisión convertido en un artículo» explica Perdomo.
Temas trascendentales
Las diferentes comisiones conformadas para reformar el Estatuto de la UNLP debaten sobre temas estructurales para el funcionamiento de la institución. Entre ellos, cuestiones vinculadas con el funcionamiento y régimen institucional de los colegios preuniversitarios, la jerarquización de la extensión, el régimen de ingreso a la Universidad, la redefinición de los claustros o la composición de los órganos de gobierno.
Por otro lado, la Comisión de Enseñanza y Postgrado del Consejo Superior aprobó un dictamen que otorgó
rango estatutario a la permanencia en los cargos concursados en los colegios dependientes de la Universidad.
El licenciado Raúl Perdomo recuerda que «desde la creación de este Estatuto, con la vuelta a la democracia en 1983, hasta ahora nunca se habló de temas tan importantes. La Universidad cambió desde aquel momento. Por ejemplo, en el Estatuto actual la Transferencia no existe o la Extensión está reducida a un artículo, a pesar de ser uno de los pilares en los que se asienta el funcionamiento de la UNLP. Entonces surge la necesidad de adecuarla a tiempos más modernos, en los que han aparecido nuevas actividades universitarias, sobre todo en relación con el entorno, que no están consideradas. Es fundamental la redefinición de estos y otros conceptos, como la Investigación, que también debe ser re-pensada».
Aunque no hay plazos prefijados ara concluir el proceso de modificación estatutaria, el Vicepresidente de la UNLP sostiene que «existe la firme intención de tenerlo terminado antes de fin de año. Sería importante llegar a concretar una Asamblea Universitaria para el mes de agosto y cumplir con el objetivo de terminar el 2008 con un nuevo Estatuto para la Universidad».
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