Julieta Lanteri, luchadora incansable por los derechos de la mujer

“Los derechos no se mendigan, se conquistan”, escribió Julieta Lanteri, y su vida fue, siempre, una expresión cabal de esa manera de entender la lucha y el compromiso cívico. Casi ningún plano de la vida pública quedó fuera de la acción decidida e incansable de esta pionera que no cejó ni un instante en su lucha por la reivindicación de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de la mujer.
Nacida en Italia en 1873 bajo el nombre de Julia Magdalena Angela Lanteri, aún era una pequeña niña de sólo seis años de edad cuando llegó a la Argentina junto a sus padres inmigrantes. Después de vivir un tiempo en Buenos Aires, su familia se trasladó a la recientemente fundada ciudad de La Plata.
Fue la primera mujer en ingresar, y graduarse, en el Colegio Nacional de la Universidad Nacional de La Plata. En 1896, con un permiso especial solicitado ante el Decano, logró entrar en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, graduándose en 1907. Fue la sexta mujer en el país en alcanzar esa meta. En esa Facultad desarrolló una intensa carrera como investigadora, especializándose en enfermedades psíquicas de la mujer y el niño.
Junto a la primera médica egresada la Dra. Cecilia Grierson, fundó en 1904 la Asociación Universitaria Argentina, con el objetivo de que más mujeres accedieran a la educación universitaria. En 1906 integró el Centro Feminista del Congreso del Libre Pensamiento que se hizo en Buenos Aires, junto a otras feministas como Elvira Rawson, Sara Justo, Petrona Eyle y Cecilia Grierson, que reclamaban por los derechos cívicos de la mujer.
A su propuesta, se organizó el Primer Congreso Femenino Internacional “para festejar el Centenario de la libertad argentina”, del que fue su Secretaria y en el cual actuó además como delegada de la Junta Central de la Liga Nacional de Mujeres Librepensadoras.
Fundó la "Liga Pro Derechos de la Mujer" y formó, junto a Alfonsina Storni, Carolina Muzilli y Alicia Moreau de Justo, la "Liga contra la trata de blancas", dirigida por Petrona Eyle. Fundó y presidió en 1912 la "Liga por los Derechos del Niño", para que "los huérfanos no sean objeto de explotación" y "que las herencias vacantes queden a beneficio de la infancia abandonada".
En 1911 la Municipalidad de Buenos Aires convocó a los vecinos para que actualizaran sus datos en los padrones, en vistas a las elecciones municipales de legisladores, llamó a que lo hicieran los ciudadanos mayores, residentes en la ciudad, que tuvieran un comercio o industria o ejercieran una profesión liberal y pagasen impuestos. La incansable Lanteri, advirtió que nada se decía sobre el sexo. Entonces se inscribió en la Parroquia San Juan Evangelista de La Boca, que era la que le correspondía por su domicilio, y cuando llegó el 26 de noviembre de ese año, día de las elecciones, y ante la sorpresa de todos, votó en el atrio de esa iglesia. Se transformó así en la primera mujer en emitir su voto en la República Argentina, 36 años antes de la sanción de la Ley  13.010 que instituyó el voto femenino.
En el año 1919, se postuló a una banca en el Congreso como diputada, convirtiéndose así en la primera mujer candidata en la Argentina. Al no ser legalizada para ingresar al parlamento, organizó y encabezó en Plaza Flores el primer simulacro de votación callejera. Este meeting congregó más de dos mil personas y llamó la atención de las feministas en el mundo. A principios de 1920, el Senador Juan B. Justo la incluyó en su lista del Partido Socialista Argentino junto a Alicia Moreau de Justo.
La incansable Julieta Lanteri siguió adelante en su actividad política, y fundó el Partido Feminista Nacional por el que se postuló a legisladora en varias oportunidades. En 1924, ocasión en que triunfó el socialista Alfredo Palacios, Lanteri lo siguió en cantidad de votos obtenidos.
En los últimos años de su vida Lanteri vivió en la ciudad de Berazategui, cuyo museo histórico entrega anualmente la “Distinción Dra. Julieta Lanteri” a mujeres destacadas de la comunidad.
Su constante lucha por los derechos de las mujeres, en una sociedad en la que reinaba el machismo, fue quizás el motivo de su muerte, luego de un confuso accidente en el que fue atropellada por un automóvil. A lo largo de las décadas, muchos historiadores e investigadores han coincido en especular que se trató, en realidad, de un atentado que desembocó en asesinato
Julieta Lanteri murió 23 de febrero de 1932, a los cincuenta y nueve años de edad, en la ciudad de Buenos Aires.