Los mapas nos aceptaron en los puntos de cobijo, en los caminos principales y los recorridos alternos, recibieron horas probables… y ahí estaríamos, con el aire concreto por fuera y el ahogo aún más concreto por dentro… pronto… en un terreno que ya no sería de papel y dibujitos topográficos… de turba, humedad, rocas casi blancas y carteles en un idioma más antiguo que en el que cantaron The Beatles, que en el que cantarán los Sex Pistols… Lucy in the skay with diamonds y el Pucho puteando por los borcegos nuevos y el fusil viejo… God save the Queen en la voz de Sid Vicious o ese mismo himno pero en clave decimonónica con que nos recibirán…
Mañana llegaremos a la zona… mañana recibiremos las últimas órdenes… mañana alguno comerá su última cena… mañana volveremos a recibir hostiazos de Medina y su troupe… mañana… mañana será 1 de abril de 1982 y el camino ya no tendrá retorno para estos proyectos que somos… que les llegue el sueño… por acá ya no hay…
…hoy es 1 de abril… háganme acordar que les cuente por qué el Indio cabo Córdoba finalmente no fue a Malvinas… a dónde finalmente los mandaron a los hijos de chilenos, de “subversivos”, de presos políticos, de pobres… cómo hicieron para evitar ser ellos los que murieran y cómo luego justificaron la rendición… qué nos dijo Busser y qué hicieron Weinstabl y los demás… por favor, no dejen que me olvide… estos días los recuerdos son como esquirlas incandescentes y de a poco van hiriendo en los pocos lugares sanos que le quedan a mi memoria psíquica… hagan de memoria social conmigo… y con todos los compañeros… pero pregunten, eh!… si no, muchos podemos pensar que antes por que “nos podía traer malos recuerdos” y ahora “porque aburrimos con cuentitos de guerra”, no vale la pena contar, decir, relatar, mostrar, recordar, hablar…
“el recuerdo es peor que Dios cuando pierde la paciencia,
que la viruela, que la sífilis, que el hambre…”
Andrés Rivera
hace mucho tiempo ya, casi una vida atrás, pero 13 años después de este 1 de abril de 1982, escribí una carta que no mandaré… fue en Las Flores, provincia de Buenos Aires, el 2 de septiembre de 1995… y me parece que entra bien en aquellos relatos que voy a compartir cuando se cumplan 31 años del comienzo de la guerra de Malvinas y poco haya pasado para que Totó vuelva a nuestras casas, humano y hombre, muerto sí pero vivo también en la memoria… se las transcribo…
“Querido Totó: Pocos siguieron. Como si la vida nos hubiera servido para llegar a alguna otra cosa que a un paso efímero por el papel de algún diario que se nos dedicó. Puedo decir que no te he esperado durante todos estos años, pero que cuando miro la carta me dedico a preparar la casa… por si llegás.
Aunque sé, y no es un secreto que lo sé, que nunca llegarás, que no vendrás más, que cuando busco y miro las fotos sólo encuentro las sonrisas que ya no harás, las muecas de aquellos niños que fuimos.
Pero es que en la carta me pedías la revancha de aquel partido que te robé al cabecear justo cuando pasaba Martita. Gol y a cobrar… y a cobrar el paquete de figuritas con los jugadores de la Primera… ¿qué será de Martita ahora?, ¿De aquellas figuritas?, ¿De aquel álbum que entregamos en el kiosco de Gabarné y de la pelota que nunca vino?…
Sé que no vas a volver pero, como en la película Cinema Paradiso, cuando Alfredo, el viejo, le pide a Totó que no vuelva, yo siento que alguna vez, quizás, encuentres la puerta y te aparezcas con los pantaloncitos verdes a jugar “el cabeza”, como hace ese adulto en que se convirtió Totó.
Yo, por las dudas, preparo la casa y dejo sobre la mesa aquella carta, mis “cortos” y una pelota de gajos cosidos por Larretape. Para jugarte la revancha, aunque todo parezca indicar que será inútil, que no volverás… en el cajón de la mesa de la cocina guardo los recortes de la guerra, tu nombre en la lista, y la tapa en donde vamos ganando.
Yo no pude recoger los pedacitos que el cura censuraba, los fragmentos en que quedó hecha la carta que le mandaste a Martita aquella tarde, cuando la interceptó el papá. No pude alcanzar a grabar tu voz contando que estabas bien, que la colimba no es la guerra, que quedate tranquila mamá… No me alcanzó la guita para comprar el diario en donde salieron todos los compañeros de la secundaria recordando tus “hazañas” en el patio… No. Sólo logré rescatar aquellos recortes, tu nombre en la lista y la tapa…
Sé que Cinema Paradiso es una película, pero ese Alfredo logró juntar los besos y destruir el recuerdo haciéndolo alegato. Y yo sólo te ofrezco estos despojos del pibe que conociste. Que aún te espera, todo pasado, para jugar un picado que exorcice mis recuerdos y niegue la historia.
Querido Totó, esto no es una película, esta no es una carta que voy a mandar, esto sólo es lo que grito cuando nadie me escucha, cuando abro el cajón de la mesa de la cocina, cuando detengo el tiempo y me permito hablarte.
Luego pienso en serio en vos, encaro al cura, a los padres de las martitas, voy a la radio, me encuentro con los compañeros… y les arranco los fragmentos censurados.
Como vos lo hacías”…
…trataré de ir ordenadito… sé que me voy a ir al pasto y por eso empiezo con cuidado…
el Indio (cabo primero) Córdoba era uno de esos suboficiales que todos conocimos (todos los que hicimos la colimba, pero también todos los presos políticos y detenidos-desaparecidos en las mazmorras de la tortura)… rostro aindiado, de tez negra, pelo duro e indómito para la gomina (el hoy gel, pero gomoso), con caminar cholo, Evo´s y Milagro´s en su físico pero tan aculturizados de su raza y sus antepasados como la peor Malinche… el Indio Córdoba fue (no sé si vive aún) un prototipo que ustedes le podrán poner otros nombres y parecidas historias (por ejemplo el Urko Ibañez que sacaba a “pasear” al soldado Dávila enganchándolo del labio con una tenaza… en el RI7 de La Plata… ¿o no, compañeros?)… ya conté que se paraba en medio de un círculo de los colimba que éramos corriendo alrededor suyo “carrera march” y, a contracorriente nos “cazaba” con el Tempex… el cinturón de combate que está tejido con trenzas de nylon verde y prensado con acero templado… un tipo de los que se decían a sí mismos valientes…
el cabo Córdoba, cabo primero infante, se presentó el día que debíamos embarcar para Malvinas y “dio parte” de que su esposa estaba enferma… que no debía viajar y dejarla sola… que se ofrecía como voluntario para quedarse en el Batallón y cuidar los bienes y el orden… no sé si hago bien en mandarlo al frente a este milico que hizo público su miedo, que fue uno de los pocos que nos anunció, sin quererlo, que la cosa iba a estar complicada si esperábamos que ellos nos guiaran, que nos alentarán, que nos dieran alguna razón patriótica para combatir… no sé… pero aún recuerdo a la Pepa Grivarello jurando que lo iba a matar cuando saliera, a Condorito maquinando las mil y unas formas en que lo iba a “cuernear”, al Toti Palmieri plantándosele luego de la guerra y entiendo que no es personal… que si digo “el Indio Córdoba” hablo de tanto milico cobarde, cagón, que ni siquiera después de los combates, de la guerra, supieron la vida que les habían cuidado esos “bípedos”, esos “tagarnas”, esos “infelices malnacidos” que fuimos los colimbas (y acá me adelanto un poco y les pido que no me cuenten que hubo otros milicos que sí combatieron, que sí hicieron lo que debían por ser soldados profesionales -que recibían pago, obra social, casa, comida, ascensos por antigüedad, salario familiar, vestimenta, pasajes gratis en los medios de transporte, exenciones impositivas y toda la impunidad que les dieron todas las dictaduras y dictablandas desde un tiempo que no me acuerdo cuándo empezó pero que es más antiguo que la Argentina y lo que llaman Patria los “patricios”-, sé que los hubo y si me corren hasta les digo un par de nombres… pero hasta que las Fuerzas Armadas no digan institucionalmente lo que pasó en Malvinas, quiénes fueron los verdaderos responsables de la derrota, la traición, la “alta traición a la Patria” como les gusta decir, las torturas, las delaciones, los encubrimientos, no me vengan a pedir ningún “perdón” simbólico… ni olvido ni perdón, juicio y castigo a los culpables… tan clarito como nos enseñaron las Madres, las Abuelas, los Hijos, los Familiares y luego nosotros mismos rescatamos como consignas democráticas, republicanas). El Indio Córdoba… ¿qué le pudo decir a sus hijos? ¿qué a la Historia? ¿qué a don Humberto Almonacid, el padre de Mario, el que el 1 de abril de 1982 se ganaba la vida haciendo changas como electricista ya que no tenía empleo fijo desde que lo habían despedido de Agua y Energía del Estado por ser chileno (sí, así como lo oyen y leen)?…
…este 1 de abril no terminará a las “2400”… vuelvo en un rato… en 2013, seguro que tengo que hacer las compras para el asado de la noche mientras preparamos la vigilia que los hijos que nos nazcan harán iluminándonos con velas los límites de Malvinas…
…hace unos días, les recuerdo, vi pasar a Mario Almonacid rumbo al destino que nos/le habían dicho que tendría… la compañía Eco del Batallón de Infantería de Marina N°2 Ec. Allí estaría con el Luis “el Pocho” Garcilazo y tantos otros compañeros… era una compañía que venía de ejercicios duros, con mucha práctica de tiro, enmascaramiento, entrenamiento físico, disciplina que quizás les sirviera en el combate… al final, “contrario sensu”, quizás fuera mejor destino que el nuestro… flojitos de todo, nosotros íbamos a depender de lo que hicieran los “cabos córdoba”, los “héroes de picana y combates 1000 a 1″… pero Mario, castigado, se iba a la Eco… quizás tuviera la oportunidad de que, por castigo, por ser hijo de chilenos, volviera entero a ayudar a Humberto y a María, sus papis… y a “vaguear” con los amigos del Ceferino Namuncurá, su barrio amado…
Pero no.
A Mario no lo dejaron llegar a la Eco… los milicos, el Teniente Di Paola y otro del que no recuerdo el nombre, ya habían hecho “inteligencia”… y esa cobardía tras la que se escudaron y escudan aún hoy para justificar el espionaje a los que sufren, a los que luchan, a los que piensan distinto, fue la que determinó “claramente” que Almonacid era “peligroso”… que era un potencial espía chileno… por que sus padres habían nacido en la zona de Calbuco, cerca de Puerto Montt… y entonces, “que la pague”… que vaya al BIM 4, ese fantasma que se corporizaba cuando era necesario combatir en las peores condiciones… todos los compañeros que ahí estuvieron, saben de qué hablo… que vaya al BIM 4, que se embarque con la compañía de tiradores en la corbeta ARA Guerrico… que vaya a las Georgias… que allá está el Teniente Astiz… el Niño Rubio, el Gustavo Niño, el “valiente” que hirió por la espalda a la adolescente Dagmar Hagelin, el que se infiltró entre las “viejas subversivas” y entregó a Azucena Villaflor, Teresa Careaga, María Ponce, Alice Domon, Leonie Duquet y otros secuestrados en la Iglesia de la Santa Cruz… el rubio “pintón” que se floreaba en la Bahía Blanca ante las adolescentes hijas de la clase alta y cuyos padres se “meaban” si el “oficial” se las cojía…
Hacia allá lo mandaron a Mario, a Jorge Néstor Aguila y al cabo primero Patricio Guanca…
Lo demás es historia conocida…
…el ARA Bahía Paraíso arribó a Puerto Leith en la noche del 24 de marzo y desembarcó al grupo de 14 militares comandados por Astiz (Grupo Alfa), con armamento individual perteneciente al buque… el 28 de marzo de 1982, también fueron embarcados en Puerto Belgrano rumbo a las Georgias del Sur 40 infantes de marina al mando del teniente de navío Guillermo Luna, viajando precariamente y hacinados durante 4 días al no ser, la corbeta Guerrico, un buque con capacidad para el transporte de tropas y por las condiciones climáticas… el 30 de marzo, cuando se hizo obvio que la invasión era inminente, el gobierno británico ordenó que el destructor HMS Antrim, seguido de otros dos buques de superficie y tres submarinos nucleares, se dirigieran a las islas Georgias del Sur para apoyar al HMS Endurance… el resto de las unidades de la marina británica se puso en alerta de cuatro horas… el 1 de abril el Estado Mayor General Naval recibió la Orden de Operaciones Nº 1/82 “S” para “ocupar Grytviken y mantener Leith a fin de asegurar el dominio de las islas Georgias”… con las unidades disponibles se formó el Grupo de Tareas 60.1, con César Trombetta como comandante, formado por las unidades: 60.1.1. Buque polar ARA Bahía Paraíso, al mando del capitán de fragata Ismael J. García, 60.1.2. Corbeta ARA Guerrico, al mando del capitán de fragata Carlos Alfonso, 60.1.3. Fracción del Batallón de Infantería de Marina N° 4 (BIM 4) con 40 hombres, al mando del teniente de navío Guillermo Luna, 60.1.4. Dos helicópteros de la Agrupación Antártica: 1 Puma del Ejército y 1 Alouette del Comando de Aviación Naval de la Armada y 60.1.5. Grupo de buzos tácticos y comandos anfibios (14 hombres), al mando del teniente de navío Alfredo Astiz…
El 2 de abril Astiz anunció a los argentinos que se hallaban en Puerto Leith que su país había recuperado las Malvinas y que en el cumplimiento de la recuperación de las Georgias, él y su gente iban a permanecer en retaguardia a bordo del ARA Bahía Paraíso (justo él que iba allí como “lagarto”… justo él en la retaguardia)…
el 3 de abril a las 11:10 desde el ARA Bahía Paraíso se exigió la rendición de Grytviken con un mensaje en inglés, repetido 3 minutos después… el mensaje afirmaba que Rex Hunt se había rendido, no solamente en las Malvinas, sino que también en sus dependencias, lo cual era falso… los soldados británicos no aceptaron la rendición… a las 11:25 se ordenó a Grytviken que el personal de la base saliera a un lugar visible, avisando que habría un desembarco de infantería de marina y 10 minutos después desde la corbeta advirtieron la presencia de personal armado… el helicóptero en el que viajaban Mario y Néstor Aguila bajó a tierra a las 11:41, en el lado opuesto de la casa Shackleton, en donde los marines reales estaban atrincherados… bien a su vista… bien al alcance de las armas inglesas… el helicóptero fue granizado por un intenso fuego de armas automáticas, pero el piloto pudo cruzar la bahía y aterrizó de emergencia el helicóptero en la costa sur de la misma, en la orilla opuesta a King Edward Point… “los conscriptos Mario Almonacid y Jorge Néstor Águila murieron y otros cuatro resultaron heridos, el resto quedó fuera de posición de combate, pero se abrió fuego con la ametralladora sobre el hospital, logrando herir a un marine en un brazo”… dijeron los cables noticiosos…
…el 26 de abril, Astiz “rompió los pacos, escondió las municiones” y se rindió sin combatir.
La partida de defunción de Mario Almonacid, da cuenta del fallecimiento, a las 7:30 de la mañana, del 3 de abril de 1982… los diarios de la época relatan que eran más de 300 los vecinos, congregados en el humilde domicilio paterno del barrio Ceferino Namuncurá, una vez que llegó el telegrama con la triste noticia, y reseñan también que sus exequias fueron las más multitudinarias de la historia de Comodoro Rivadavia… ¿será?… veremos este próximo 3 de abril de 1982… mientras tanto, Mario sigue vivo y mareándose en la Guerrico, rumbo a las Georgias, sin saberlo él ni nosotros…
Humberto Almonacid, el padre de Mario, era chileno y aunque se había naturalizado argentino, a los militares eso no les importó.
Por eso, cuando los periodistas lo entrevistaron en su domicilio el día que se supo de la muerte de su hijo, dijo entre sollozos que no encontraba explicación a la triste paradoja del destino: “a mí me echaron del trabajo porque nací en Chile, pero mi hijo da la vida defendiendo la soberanía de Argentina, el país que elegí para vivir”…
…y no puedo más… no voy a seguir… mañana es el cumpleaños de mi vieja, María Luisa Migueltorena de Giordano, la Lula, la tía Lulú… y mañana estarán todos los compañeros en el acto del CECIM y en tantos otros actos a lo largo de todo el país… estará Cristina en el acto en Puerto Madryn como lo ha estado siempre desde su/nuestro Sur… y ustedes ya no necesitan más de este relato… miren a su alrededor… fuimos 10700 colimbas a la guerra, a pesar de que desde Menem se paguen 22000 pensiones… alguno debe estar cerca… pregúntenle a él… escúchenlo… lean lo que ha escrito… háganle el silencio o los ruidos necesarios como para que sienta que puede hablar… miren sus dibujos si dibuja… escuchen sus canciones si canta… yo llego hasta aquí… ayer dije que iba a seguir, lo prometí… pero no puedo más… en serio… ya dije todo…
recojan las piedritas de este camino que caminamos durante esta última semana… quizás ahí puedan/podamos encontrarle algún sentido al Guernica de Malvinas…
“Hay un Guernica en cada guerra. Está grabado a fuego en los objetos en que los muertos han decidido convertirse para que los artistas nos puedan hablar de la barbarie sin morir ellos también”…
Corten… se terminó la película…
final…
“giecos y borges, gamerros y heredias, stukas y fogwilles, todos le han escrito a una historia que parece no existir.
las malvinas son la pesadilla que tuvo una hiena loca de dolor al dormir del día en que no encontró agua para sus cachorros…
las malvinas fueron el aleteo de la mariposa que giró, aún muerta, mientras la lluvia no paraba de caer en un abril inesperadamente luminoso…
fueron el viento que no llegó a mover el molino del campo de tío Juan…
las malvinas son sólo el espectro que aparece cuando cuatro desarrapados de la historia deciden volver a hablar de la patria…
todos los que escribieron, los que cantaron, los que pintaron y aún los que pensaron sobre las Malvinas… los groussac y los palacios… todos… se congeniaron para crear el escenario donde miles de actores inútiles, imberbes, incapaces, nos dimos cita para tratar de morir y así aparecer en las nuevas láminas de los próximos manuales escolares…
las malvinas, las que queremos, las que deseamos, por fin, quizás, sucedan en el futuro”…