Junto al arzobispo platense, Tauber recorrió la planta de alimentos deshidratados

Con la premisa de trabajar en forma conjunta con la Iglesia Católica platense para acercar soluciones a las demandas y necesidades que tienen los sectores más postergados de nuestra comunidad, el vicepresidente de la Universidad Nacional de La Plata, Fernando Tauber, recorrió junto al arzobispo de la arquidiócesis local, Gabriel Mestre, la Planta de Alimentos Deshidratados.

También participaron de la visita al predio del Polo Productivo Social, el secretario de Producción, Daniel Tovio y el decano de Ciencias Naturales, Eduardo Kruse y el responsable operativo de la Planta, Juan Manuel Santillán.

Cabe recordar que la Planta de Alimentos para la Integración Social (PAIS) de la UNLP se construyó e inició sus operaciones en el año 2020, durante la gestión del entonces presidente Fernando Tauber con el objetivo de poner la producción a disposición de los estados municipal, provincial y nacional, para cubrir las necesidades de los sectores vulnerables en el marco de los diferentes programas oficiales de asistencia social.

Actualmente, la fábrica produce raciones de diferentes variedades de guisos deshidratados para ser distribuidos con fines sociales y beneficiar así a decenas de miles de familias en situación de emergencia alimentaria.

De esta manera, la UNLP elabora alimentos deshidratados para llevar a la mesa de miles de familias argentinas en forma de guisos de alta calidad nutricional.

La UNLP además promueve otras iniciativas productivas con fines sociales, como el Centro de Capacitación, Transferencia de Tecnología, Producción y Servicios de la Madera, la Planta Nacional de Desarrollo Tecnológico de Celdas y Baterías de Litio (UniLiB), el Centro de investigación, desarrollo, producción pública y certificación de vacunas, y la Unidad Productora de Medicamentos. Además, la UNLP junto a Astillero Río Santiago avanza en la construcción de un prototipo de impresora 3D para la edificación de viviendas sociales con un sistema rápido, económico y de alta calidad. Se trata del primer desarrollo de fabricación nacional con estas características.

“Todos los desarrollos de la UNLP son sin fines de lucro, nosotros tenemos una marcada agenda de compromiso social”, dijo el vicepresidente. Y remarcó: “si nos juntamos las instituciones que compartimos objetivos, solidaridad y sensibilidad podríamos llegar a una región libre de hambre”.

“Esta iniciativa contribuye a disminuir la inseguridad alimentaria y mejorar la calidad de vida de quienes hoy se encuentran excluidos o postergados; nuestra Universidad pone su conocimiento científico-tecnológico en articulación con los productores de la región para la producción social de alimentos de calidad y bajo costo”, dijo Tauber.

Además, el vicepresidente subrayó “la importancia de replicar estos modelos productivos en distintas instituciones de educación superior de todo el país”.

“Con iniciativas de esta envergadura, la Universidad Pública pone en marcha proyectos productivos de enorme trascendencia social y sienta las bases de un modelo de universidad comprometida, que no sólo reconoce las demandas de la comunidad, sino que se adelanta a las políticas públicas. Debemos conseguir que estas políticas entiendan que, sobre la base del conocimiento colectivo, se pueden mejorar los problemas de nuestro pueblo”, subrayó Tauber.

“La solidaridad es una condición estratégica; nosotros somos una Universidad de consensos que pone su energía en ayudar a los demás”. Mostrar la universidad con la iglesia trabajando juntos es una señal multiplicadora y ejemplo para otras instituciones”, concluyó el vicepresidente.

A su turno, el arzobispo se mostró muy entusiasmado con el trabajo sostenido de la Universidad platense. Mestre dijo que “es un orgullo este emprendimiento que impulsa la UNLP y se comprometió a llevar estas propuestas a Cáritas con la finalidad de acrecentar los vínculos en pos de soluciones vinculadas a la crisis alimentaria”.