UNLP: plantan un arbol en homenaje a su creación

A 127 años de que se constituyera la Universidad Provincial de La Plata, se llevó a cabo este mediodía en los jardines del edificio de la Presidencia, la plantación de un ejemplar de Quercus Robus L. “Roble Común”, símbolo de la UNLP.

El presidente de la casa de estudios, Martin López Armengol participó de esta iniciativa impulsada por la secretaria de Ambiente y Conservación de Recursos Naturales, que conduce la Dra Nora Gómez. Estuvo además el presidente de la Delegación La Plata del Consejo de Ciencias Económicas Cesar Dalla Valle, funcionarios y trabajadores de la UNLP.

Cabe señalar que la Universidad Provincial fue inaugurada formalmente el 18 de abril de 1897 bajo el mandato del Dr. Dardo Rocha, que fuera elegido como su primer Rector, y extendió su vida académica hasta 1905, para luego nacionalizarse. Comenzó a funcionar con tres facultades -Derecho, Fisicomatemáticas y Química- y una Escuela de Parteras.

Durante el acto, López Armengol aprovechó la oportunidad de reivindicar la defensa por la educación pública, y destacar “la mirada científica que se le aportó a nuestra universidad desde su génesis para distinguirla de las demás y marcar esta impronta; y por último el concepto de universidad socialmente responsable, con compromiso social” remarcó el titular de la UNLP.

 “La Universidad que tenemos tiene sentido a partir de la legitimación social que logramos y eso se logra por nuestra convicción de hacer el bien a toda la comunidad”, señaló Armengol.

Un poco de historia

La Universidad provincial funcionó entre 1897 y 1905 en condiciones precarias por falta de recursos materiales y elementos para la enseñanza. Durante el transcurso del año 1904 la evidente decadencia de la Universidad no escapaba a la visión de intelectuales y políticos, y esto se reflejaba principalmente en la escasa concurrencia de sus aulas.

Para ese entonces, el ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación, el riojano Joaquín Víctor González, comenzó a elaborar en su mente la idea de instaurar en la ciudad una Universidad de carácter Nacional, cimentada sobre las bases de la alicaída Universidad Provincial y de otros institutos de instrucción superior ya existentes.

En ese año el entonces Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación, Dr. Joaquín Víctor González, concibió la idea de nacionalizarla, dotando a la capital de la provincia de una Universidad moderna, con base científica. Para ello puso especial énfasis en la investigación, la extensión universitaria, el intercambio permanente de profesores con los centros de excelencia del extranjero, y la necesidad de la educación continúa incluyendo con ese propósito una escuela primaria y otra secundaria, ambas de carácter experimental.

El 12 de febrero de 1905, González envía al gobernador de Buenos Aires, Marcelino Ugarte, una Memoria donde analiza las ventajas de organizar una nueva universidad. Sobre la base de ese documento se firma el 12 de agosto del mismo año un convenio ad referéndum entre la Nación y la Provincia para la creación de la Universidad Nacional. El convenio establecía la cesión a la Nación del Museo, el Observatorio Astronómico, la Facultad de Agronomía y Veterinaria, la Escuela Práctica de Santa Catalina, el Instituto de Artes y Oficios, el terreno donde luego fue edificado el Colegio Nacional, la Escuela Normal, el edificio del Banco Hipotecario, un lote de terreno sobre Plaza Rocha (la actual Biblioteca de la Universidad), y una serie de quintas y chacras.

El acuerdo fue aprobado por el Congreso Nacional y la Legislatura Provincial, y el 19 de septiembre fue sancionada la ley nacional de creación que lleva el número 4699; luego promulgada el 25 de septiembre por decreto del presidente Quintana.

El 17 de marzo de 1906 asumía como primer Presidentes de la UNLP el Dr. Joaquín V. González, y a partir de entonces comenzó su sostenido crecimiento. Con la incorporación de varios institutos, la Universidad Nacional de La Plata cobró forma y prestigio como una de las más avanzadas dentro y fuera del país. El transcurso de los años afianzó la concreción de esta idea totalizadora que, en la actualidad, constituye una institución abierta a todas las ramas del saber y de la creación. Los principios de respeto, libertad y justicia que impulsaron el movimiento de la Reforma Universitaria de 1918, encontraron eco no sólo en la comunidad universitaria platense sino en toda la comunidad universitaria latinoamericana. No podía ser de otra manera cuando los contenidos educativos a impartir coincidían con el nuevo paradigma de la Universidad Reformista, basada en el apoyo empírico de los conocimientos y el alejamiento de todo dogmatismo.