Horacio González

Horacio Luis González (Buenos Aires, 1944), sociólogo, docente y ensayista argentino. Desde 2005 se desempeña como director de la Biblioteca Nacional. Obtuvo su licenciatura en Sociología en la Universidad de Buenos Aires en 1970. Se doctoró en Ciencias Sociales en la Universidad de San Pablo, Brasil, en 1992. Desde 1968 ejerce la docencia universitaria. Es profesor titular en la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Rosario y en la Facultad Libre de Rosario, entre otras.

Entre sus actividades actuales edita, junto a María Pía López, Christian Ferrer y otros, la revista El ojo mocho, integra el Espacio Carta Abierta, que nuclea a intelectuales simpatizantes del gobierno kirchenrista como Nicolás Casullo, Horacio Verbitsky y Ricardo Forster.

En 2004 recibió el Premio Konex por su aporte a las Letras argetinas. Entre sus importantes obra se destacan algunas como: Historia crítica de la sociología argentina, La crisálida. Metamorfosis y dialéctica, Las hojas de la memoria. Un siglo y medio de periodismo obrero y social, Kirchnerismo, una controversia cultural, Genealogías, Violencia y trabajo en la historia argentina. entre otras.

Entre los fundamentos de la distinción, que fue aprobada por unanimidad en el Consejo Superior de la casa de altos estudios platense, se destacó la vasta y prolífica tarea docente desarrollada por Horacio González desde fines de los años 60 hasta la actualidad, habiendo dictado clases y seminarios en la Universidad de Buenos Aires; en la universidad de La República, Uruguay; en París VII, Francia; en la Universidad de Bergen, Noruega; además de universidades de Brasil y Estados Unidos, entre otras.

En el acto González, director de la Biblioteca Nacional resaltó los profundos cambios que se desarrollan en la educación superior argentina y señaló que el gran desafío de época es el de fortalecer la crítica a la desigualdad: “Esta ciudad de La Plata, de viejas tradiciones doctorales, ilustres museos y populares estadios, recientemente fue afectada por un intenso ‘cataclismo’. De algún modo, la inundación nos ha ‘inundado’ de nuevas creencias y nuevos deberes, que no sólo son componentes de la comunidad de lo solidario, sino de la solidaridad de todos los pensamientos con la filosofía de las existencias nuevas y libres”.