Pedro Henríquez Ureña

Intelectual, filólogo, crítico, ensayista  y escritor dominicano. Nació el 29 de junio de 1884  y falleció el 11 de mayo de 1946
Vivió su última etapa en Argentina y abarcó de 1925 hasta su fallecimiento en mayo de 1946. Con él entran al país los estudios hispanoamericanistas, filológicos, estilísticos y lingüísticos; métodos colocando al texto en el centro del análisis.

Fue docente del Colegio Nacional de la Universidad Nacional de La  Plata. Formó parte activa de la vida cultural de la época y desplegó un papel decisivo en la vida académica argentina, que comenzó el año de su llegada al país, en 1924.
Fundó la Universidad Popular Alejandro Korn, con el filósofo socialista Alejandro Korn, Raimundo Lida, el historiador José Luis Romero y el ensayista Ezequiel Martínez Estrada, formó parte de la intelectualidad Impartió conferencias, publicó un libro de gramática, participó en congresos.

Prologó la colección Cien Obras Maestras, concibió la Colección Grandes Escritores de América, organizó la Biblioteca Americana y recibió la Cátedra Charles Eliot Norton en la Universidad de Minnesota,— primer latinoomericano en ocuparla—.
Sus padres fueron dos prominentes intelectuales: Salomé Ureña, la gran poetisa dominicana, y Francisco Henríquez y Carvajal, médico, abogado, escritor, pedagogo dominicano.

En el Colegio Nacional fue, junto a Ezequiel Martínez Estrada, uno de los docentes más importantes, recordado siempre por Ernesto Sabato.
Los afanes de Pedro Henríquez fueron su permanante deseo por educar y descubrir vocaciones. Alfonso Reyes, su amigo de toda la vida escribió: “enseñaba a ver, a oír y a pensar, y suscitó una verdadera reforma de la cultura.

A través de su relación con Rosa Oliver, Martínez Estrada, Eduardo Mallea y José Bianco y sus trabajos en Sur (su colaboración de 1942 en la publicación de Victoria Ocampo dictamina y justifica, por primera vez, el rango único de la obra de Borges en la literatura argentina.

Son fundamentales sus estudios titulados Corrientes literarias en la América hispana; Seis ensayos en busca de nuestra expresión; Ensayos críticos (1905); La versificación irregular en la poesía castellana (1920); La cultura y las letras coloniales en Santo Domingo (1936); El español en Santo Domingo (1940); y su obra póstuma: Historia de la cultura en la América Hispánica (1947).

Murió en 1946 mientras se dirigía en tren hacia La Plata a atender sus compromisos académicos. El 26 de octubre de 1990, a través  del Decreto 2 5 0 4, La Municipalidad de La Plata lo declara  Ciudadano Ilustre Post – Mortem.