La Opinión de los Gremios de Docentes y No Docentes

Algunos de los reclamos más visibles sobre los puntos a reformar en el estatuto se relacionan con la representación de los distintos sectores de la comunidad universitaria en el cogobierno. ADULP y ATULP, los gremios que nuclean a los docentes y no docentes, jugarán un rol protagónico en esta discusión. Verónica Bethencourt, Secretaria General de ADULP, plantea que es central “debatir las formas de representación. Vamos a proponer que se discuta la forma de elección de las autoridades: presidente, vicepresidente, decano y vicedecano. Vamos a proponer que sea por elección directa y ponderada por claustro. Nos parece que sería avanzar claramente en el proceso de democratización, a la luz de los acontecimientos recientes”. Bethencourt explica que la constitución actual de la Asamblea Universitaria “representa escasamente al 60 por ciento de los docentes: a los Consejeros Académicos no los vota todo el mundo. Democratizar tiene que ver con ampliar la participación, con el voto. Hay una forma de hacer política muy propia de la UNLP que consiste en resolver los temas entre pocos, entre los decanos. Y la mayor parte de la gente queda afuera de esas discusiones. Opinamos que, dentro del cogobierno, la proporción de los claustros está bastante bien. Lo que hay que modificar es cómo se construye esa representación y esos porcentajes”.
La Secretaria adelanta que la Asociación propondrá un claustro único docente. En cuanto a su conformación, dice que “hay diferentes alternativas. Entendemos que una opción puede ser una representación amplia de hasta 50 por ciento auxiliares y 50 por ciento profesores. En el mismo sentido tendría que estar vigente la llamada ciudadanía plena. Esto significa que no sólo voten quienes cuentan con cargos ordinarios sino también los interinos con más de dos años de antigüedad”. Al respecto, agrega que “el Estatuto establece el cargo interino como figura de excepción, pero en la realidad es la regla. Hay profesores que son interinos desde hace 10 años. Y esa gente no vota, no tiene representación. Eso nos resta participación política”.
Al respecto de los no docentes, afirma: “Proponemos su integración plena, con voz y voto, en el cogobierno universitario. Y también encontrar una forma de participación en el Consejo Superior de los profesores de los niveles preuniversitarios. En la Asamblea del 2001 se votó que había que estudiar el tema y no se hizo”.
Bethencourt enumera otros temas que plantearán en la discusión: “Propondremos la posibilidad de que con una cantidad determinada de firmas se puedan tratar temas de interés universitario en el Consejo Superior, sin que pasen por los consejeros necesariamente. También creemos que hay ciertos ítems del presupuesto que podrían ser discutidos bajo la forma de presupuesto participativo. La idea rectora es que la democracia de la Universidad se parezca a la democracia de afuera de la institución. Salvando las distancias, claro”.
Otro tema tiene que ver con reformular los conceptos de Docencia, Investigación y especialmente Extensión. “Pensamos proponer una denominación distinta, que podría ser Responsabilidad Universitaria. El concepto de Extensión esta muy arraigado a la filosofía positivista de principios del siglo XX, que concibe a la Universidad como el único lugar de gestación de saberes, y que graciosamente los cede a la sociedad. Esto es más complejo hoy. De hecho, la UNLP tiene un acuerdo con ADULP, con CTA y con movimientos territoriales donde hay un ida y vuelta del conocimiento. El concepto de Extensión queda chico. Y por supuesto hay que separar bien la Extensión (o “Responsabilidad Universitaria”) de los trabajos a terceros”.
Por su parte, Blas Cadierno, Prosecretario General de ATULP, expresa el principal reclamo de su gremio: “La reforma del Estatuto de nuestra Universidad, desde la visión de sus trabajadores, en primer lugar debe incorporar a los no docentes en todos los órganos del cogobierno, plena e igualitariamente. Es decir con voz y voto en los consejos académicos, en el Consejo Superior y en la Asamblea, sin restricciones de ningún tipo”.
Cadierno recuerda que “cuando a fines de 1983 comenzó la recuperación de las instituciones democráticas, se impulsó en las universidades nacionales la modificación de los estatutos. Algunas incluyeron en esa instancia a sus trabajadores en los órganos de gobierno, otras lo hicieron en 1996 empujadas por la Ley de Educación Superior 24.521. La UNLP decidió entonces restringir nuestra participación a un compañero en cada consejo académico y dos en el Superior, con voz pero sin voto. Ese es uno de los motivos por los que el Estatuto vigente fue observado por el Ministerio de Educación y está a resolución de la Corte Suprema de Justicia”.
El Prosecretario enfatiza que “los trabajadores organizados en ATULP hemos manifestado siempre que no queremos ingresar al cogobierno de nuestra Universidad de la mano de ningún juez, sino por el reconocimiento de nuestro derecho por parte de la comunidad universitaria. Somos parte de la Universidad (pero no nos creemos los dueños), somos custodios de su patrimonio y garantía de legitimidad de sus actos. Por eso, y porque creemos que a más participación, más democracia, es que esperamos el gesto de grandeza de todos los que hoy votan. Para que mañana puedan también hacerlo los representantes de los trabajadores”.