La persistencia de la Soberanía en los documentos del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires

Las Islas Malvinas representan un espacio geográfico que -a pesar de su excentricidad- ha persistido ligado al territorio continental sudamericano de manera clara y explícita desde tiempos del dominio español (1). Esta vinculación se mantuvo más allá de cataclismos políticos como el mismo proceso de independencia de las Provincia Unidas del Río de la Plata y la posterior crisis que afectará su unidad territorial.
Desde tiempos españoles las Islas Malvinas estuvieron bajo la órbita de la gobernación de Buenos Aires. Es por eso que en el Archivo Histórico de nuestra provincia se encuentra la presencia del archipiélago en documentos que tratan problemáticas fundamentales, como la designación de un comandante político y militar, la ocupación británica y las enérgicas y permanentes protestas del gobierno, como también evidencias referentes a la vida cotidiana de la población isleña (2).
La historia del descubrimiento y los sucesos correspondientes a los siglos XVII y XVIII reflejan la tensión de las luchas entre España, Francia, Holanda, Inglaterra y Portugal, presentes en distintas variantes en los márgenes de todo el continente. Sin embargo España -a pesar de la inmensidad de sus dominios y de su debilidad marítima y militar- sostuvo una postura inquebrantable respecto a la pertenencia de las islas al Imperio Español. En 1767 desalojó e indemnizó a ocupantes franceses. El gobernador de Buenos Aires designó a Felipe Ruiz Puente como gobernador de las islas. En los anaqueles de nuestro Archivo se encuentra documentada la presencia hispánica en las islas, donde se describe por caso la creación de un presidio (3).
La Legislatura de Buenos Aires ejercía plena jurisdicción sobre el territorio patagónico e islas adyacentes, demostrada a través de la sanción de una ley por medio de la cual se regulaba mediante pago de derechos la caza de anfibios, la pesca por nacionales o extranjeros, o la formación de colonias. Dicha legislación se pone en práctica en 1820 con el envío de la fragata Heroína en 1820, que retoma posesión efectiva del archipiélago luego de la independencia (4).
En 1824 se asienta en las islas Luis María Vernet con el objetivo de concretar la colonización (5). En el Archivo puede consultarse la edición original del Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires en el cuál se aprobó el decreto del 10 de junio de 1829, que condensa la historicidad y lo que será a futuro el eje de la política argentina hacia la cuestión Malvinas (6).
En la sección Sala de Representantes del Archivo Histórico encontramos documentos verdaderamente interesantes. El por entonces Gobernador de la Provincia Manuel Vicente Maza informa a la legislatura bonaerense que, con motivo del “desagradable suceso ocurrido en la Isla Soledad en Malvinas, el gobierno de la provincia ha procurado satisfacer, como lo ofreció, su resolución de sostener con firmeza sus derechos proponiéndose obtener la reparación del escandaloso atentado y desmedido agravio de un oficial de la marina norteamericana, por los medios pacíficos la provincia, la buena fe y una sana razón”. Este acto de piratería norteamericana es un antecedente inmediato de lo que fue la ocupación británica. El gobierno norteamericano cuestionó la soberanía de Buenos Aires sobre el archipiélago argumentando que Gran Bretaña también tiene fundadas pretensiones sobre las islas (7).
En la misma sección del Archivo encontramos una nota del Gobernador Balcarce, dirigida a la Honorable Sala de Representantes de la Provincia de Buenos Aires, en la que relata los sucesos ocurridos en el puerto San Luis (8), donde desembarcó la fragata británica Clío, recibida amistosamente por la Goleta Sarandí, comandada por Pinedo. Pero la intención del capitán británico Oslow fue ocupar las islas en nombre del reino de Gran Bretaña. Pinedo expresa al gobierno provincial la perplejidad ante el trato recibido por una nación considerada amiga (9).
Inmediatamente Buenos Aires presentó sus protestas por medios diplomáticos al gobierno británico, e informó y alertó a todos los países americanos para evitar mayores ocupaciones europeas, denunciando así la primera agresión imperialista a las jóvenes naciones americanas (10). La respuesta diplomática inglesa se hará esperar hasta el 13 de julio de 1833, promoviendo la línea que mantendrá hasta la actualidad, que obstruye cualquier espacio de diálogo, optando por la amenaza de su fuerza (11). Los documentos existentes en el AHPBA a partir de 1833 no descansan en mencionar el reclamo por la soberanía argentina (12).
Recorrimos hasta aquí el período comprendido entre el descubrimiento del archipiélago hasta la ocupación inglesa en 1833, situación que aún permanece. De la documentación revisada se desprenden algunas conclusiones: resulta asombrosa la continuidad y coherencia de las administraciones, tanto hispana como nacional y provincial respecto al reconocimiento de la pertenencia y de la importancia estratégica y económica que representan las Islas Malvinas.
Es evidente también la voluntad argentina por mantener la soberanía a pesar de la abismal relación de fuerzas existente entre una nación emergente de su lazo colonial y atravesada por un conflictivo escenario de organización interna; como así también que esa pretensión soberana no se resigna frente a la importancia que la relación económica con el Reino Unido cobra a partir de la independencia. Estos elementos permiten afirmar la existencia de una política de Estado frente a Malvinas, anterior al Estado Argentino mismo.

Notas:
(1) En el AHPBA pueden consultarse diversos planos de las islas, tanto originales como copias, como así también cartografía del período independiente sobre los territorios patagónicos que incluyen al archipiélago como territorio nacional.
(2) Por ejemplo en 1801 un importante error cometido por los administradores realistas de Buenos Aires, que envían a la guarnición establecida en las islas trescientas tiendas de campaña y tres piedras de fusil, productos que la guarnición necesitaba, pero en cantidades inversas.  AHPBA Real Hacienda cuerpo XIII-2-7-5.
(3) El documento relata un acto criminal acontecido en la Banda Oriental. Los reos son castigados con la prisión en la isla. AHPBA Juzgado del Crimen 5-5-67-17.
(4) La biblioteca del Archivo posee cuantiosos volúmenes y publicaciones de la Academia Nacional de Historia, entre los que se destacan varios ejemplares de la revista "Investigaciones y Ensayos". Se tiene referenciado estudios respecto a los planes de colonización y poblaciones patagónicas. Asimismo, el Archivo posee varios volúmenes de libros dedicados exclusivamente a las Malvinas; se destaca entre ellos un ejemplar original de la primera edición de “La Malvinas” autografiada por su autor, Alfredo Palacios.
(5) Puede consultarse en el AHPBA el Registro Oficial de 1825, que describe la designación de un gobernador militar para las islas. En Diccionario Histórico Argentino (Tomo VI. Letras Q-Z- Vernet Luis), Buenos Aires, 1954, dirigido por Ricardo Piccirilli, se relata que Vernet recibe el privilegio de explotar cueros en las islas por el cobro de una deuda con la provincia. Gobierno Cuerpo XIII 5-4-54-8. Asimismo, en 1844 se le otorga a Vernet un premio y concesión de patente por haber inventado un método de preservación de cueros frente al ataque de las polillas. Esto da cuenta de la actividad ganadera de Vernet, pero también de la ampliación de la actividad ganadera de la provincia de Buenos Aires en las Islas Malvinas. AHPBA Escribanía Mayor de Gobierno Cuerpo XIII-2-12-44.
(6) “Cuando por la gloriosa revolución de 25 de mayo de 1810, se separaron estas provincias, Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el mar Atlántico, serán regidas por un Comandante Político y Militar nombrado inmediatamente por el Gobierno de la República”.  AHPBA. Registro oficial 1829.                               
(7) AHPBA 48-5-46-192.  Diario de sesiones de la Sala de Representantes 1833.
(8) La nota es del 18 de septiembre de 1832 y reúne los antecedentes “del asunto relativo a la destrucción del establecimiento nacional en la Isla de la Soledad en Malvinas, por el comandante de la barca norteamericana Lexington”. AHPBA Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires 1832. 
(9) El gobernador Balcarce describe los sucesos de enero de 1833. Allí comenta que al tomar puerto los ingleses izaron la bandera británica en un mástil en la casa de un inglés distante. AHPBA Diario de Sesiones de la Sala de Representantes 48-5-46-192.
(10) Es un dato notable también la apelación a las naciones latinoamericanas desde el momento de la invasión de 1833, alertando sobre el riesgo que representa para toda la región la agresión del temprano imperialismo británico. AHPBA Diario de sesiones de la Sala de Representantes 1833. 48-5-46-192.
(11) El Ministro de Relaciones Exteriores de la Provincia de Buenos Aires, Manuel Moreno, obtiene como respuesta del gobierno británico la confirmación de que la invasión estaba planeada de antemano. La respuesta del representante del comercio inglés en Buenos Aires, Mr Gore, es contundente: ”su majestad no es responsable a ningún poder extranjero de las razones que puedan guiarlo al hacer tal arreglo respecto de los territorios pertenecientes a la Corona Británica”. AHPBA. Diario de sesiones de la Sala de Representantes 1833. 48-5-46-192.
(12) El gobierno de la provincia de Buenos Aires lo expresará anualmente en cada mensaje del gobernador a la Asamblea Legislativa a través de su Registro Oficial.