La vida en el Delta Entrerriano, como hace más de mil años

Un grupo de arqueólogos de la Universidad Nacional de La Plata logró determinar que los actuales habitantes del Delta del Paraná continúan enfrentando las crecidas e inundaciones utilizando técnicas aborígenes con más de mil años de antigüedad. Las conclusiones de esta y otras investigaciones serán presentadas en el VI Congreso de Arqueología de la Región Pampeana Argentina, que se realizará del 20 al 23 en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP.
Desde hace 5 años, científicos comandados por los arqueólogos de la UNLP-Conicet Mariano Bonomo y Gustavo Politis  realizan excavaciones en las islas entrerrianas de los departamentos de Victoria, Diamante y Gualeguay, donde hace más de un milenio establecieron sus campamentos grupos aborígenes conocidos como Chaná-Timbu.
Para mantenerse a salvo de las inundaciones, los indígenas litoraleños construyeron montículos de tierra que les permitían elevar hasta 3 metros el nivel de la superficie. De esta manera lograban protegerse incluso durante las peores crecidas del Río Paraná.
Bonomo explicó que estas formaciones artificiales siguen siendo utilizadas por los actuales pobladores de las islas del delta; incluso, muchos de ellos emulan a los antiguos Chaná-Timbú y construyen sus propios montículos para la práctica de la ganadería y la apicultura.
El investigador de la UNLP destacó que “estos hallazgos sirven para reafirmar que, a diferencia de lo que se piensa, tenemos un vínculo cultural muy fuerte con lo prehispánico; que nuestra historia no arrancó con la conquista. Es importante comprender que, en pleno siglo XXI, estamos usando un paisaje construido hace mil años y esa estrategia de ocupación del ambiente sigue siendo funcional y útil para los puesteros y pescadores del Delta”.
Las excavaciones permitieron además establecer con certeza que estos grupos aborígenes practicában la horticultura -además de la caza, la pesca y la recolección- sobre esos cerritos artificiales. Según Bonomo, “se rata de una evidencia que no se tenía hasta ahora y, como no hay registros de otros grupos indígenas dedicados a la agricultura más al sur de las Islas del Delta, podemos afirmar que allí se encuentra el límite meridional de la práctica del cultivo en Sudamérica”.
Para arribar a esta conclusión, los arqueólogos platenses realizaron estudios microscópicos del material hallado en el interior de vasijas, platas y otros utensilios. Así lograron determinar con exactitud que los antiguos habitantes cultivaban, al menos, maíz, poroto y zapallo.
Los montículos construidos por los indígenas tienen hasta tres metros de altura y una superficie que, en algunos casos, alcanza los 10 mil metros cuadrados. Están hechos no sólo de tierra, sedimentos arcillosos, y arena; curiosamente, los Chaná también manejaban el concepto del escombro como material grueso para consolidar el terreno. Las excavaciones hechas en el lugar permitieron determinar que ese particular escombro está conformado por restos de vasijas, piedras y hasta huesos.
Finalmente, Bonomo destacó que “lo interesante de estas investigaciones es que nos permiten darnos cuenta de que, muchas veces, el paisaje que nosotros conocemos y que consideramos natural, es en realidad una construcción social que tiene mucho para decirnos acerca de nuestra propia historia”.

VI Congreso de Arqueología de la Región Pampeana

Desde el 20 al 23 de septiembre, la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP será sede del VI Congreso de Arqueología de la Región Pampeana Argentina (CARPA VI), el más importante de la región y uno de los más importantes del país.
El CARPA se realiza cada tres años y representa una de las más trascendentales instancias de encuentro para profesionales y estudiantes argentinos y extranjeros donde pueden presentar sus trabajos vinculados a las sociedades humanas que habitaron la región durante los últimos 12.000 años. Con el desarrollo de talleres y simposios en sus mesas, sumado a la calidad del Comité Científico que cuenta con representantes expertos de todo el mundo, se erige como un espacio de debate y convergencia de conocimiento para todos los que trabajan en relación a esta ciencia.
Tras cinco ediciones el CARPA se ha convertido en una de las principales reuniones científicas de la arqueología argentina y sudamericana. Su crecimiento se refleja en el aumento del volumen de trabajos presentados para cada encuentro, en la ampliación del espectro de temas abordados y en el mayor alcance de su convocatoria que atrae cada vez más investigadores locales, de regiones vecinas y del exterior. Durante la última edición, más de 300 participantes calificados expusieron sus trabajos y debatieron acerca de los alcances de la disciplina.
Por otro lado, la arqueología viene consolidando un vínculo más abierto con la sociedad a partir de la trascendencia de sus trabajos y la valoración de los mismos. En este sentido, paralelamente al desarrollo del CARPA, se llevará a cabo la exposición “Contextos: miradas sobre la arqueología pampeana” que se inaugurará el 21 de septiembre a las 20:30 en el Centro Cultural Islas Malvinas. En esta muestra, el público tendrá la posibilidad de abordar las diversas miradas sobre la arqueología en las provincias de Buenos Aires y La Pampa. Allí se podrán encontrar dos grandes líneas de entrada a la disciplina: una es aquella ofrecida por los arqueólogos a través del registro fotográfico de sus investigaciones; y la otra es propuesta desde la óptica del artista que brinda una lectura inusitada de la arqueología y su relación con el hombre.